
ESTE ARTÍCULO HACE PARTE DE UNA SERIE DE ARTICULOS QUE ESTAMOS PUBLICANDO COMO PARTE DE LA CONMEMORACIÓN DEL 1o. DE MAYO
Irene Idris – 1 de Mayo 2025
“Todas las ruedas se detienen, si así lo quiere tu brazo vigoroso” (Canción de lucha de los obreros alemanes).
El Día Internacional de los Trabajadores se celebra en todo el mundo desde que, en 1889, la Segunda Internacional Socialista estableció el 1° de mayo como una fecha para reivindicar los derechos laborales y en homenaje a los mártires de Chicago, sindicalistas anarquistas, que fueron ejecutados en Estados Unidos por organizar las huelgas y protestas obreras que exigían la jornada laboral de ocho horas que posibilitara a los trabajadores disfrutar de su vida personal y familiar, además de trabajar.
Así, su origen tiene sus raíces en la histórica huelga general de los trabajadores de Chicago en 1886 y el levantamiento de Haymarket del 4 de mayo en solidaridad con los huelguistas, que constituyó el punto máximo de las protestas que comenzaron el 1° de mayo de ese año.
Además, esta fecha simboliza una gran victoria histórica del movimiento obrero internacional y de su organización, la Internacional Socialista: la conquista de las 8 horas de trabajo para la clase obrera mundial,

Nos recuerda la lucha de los trabajadores y a sus líderes, quienes confiando únicamente en la fuerza de la huelga general de la producción, en la solidaridad obrera y en la movilización de masas, no se rindieron ante el poder del capitalismo, a pesar de enfrentar persecuciones, encarcelamientos e incluso la muerte. No depositaron ninguna confianza en el parlamento, o en gobiernos burgueses “progresistas” lo que llevo a que conquistaran y nos legaran la jornada laboral de las 8 horas de trabajo, la prohibición del trabajo infantil, mejoras en las condiciones de trabajo, la seguridad social, el reconocimiento a la organización sindical y a la huelga como derechos de los asalariados.
La ruta de la lucha revolucionara, también la mostró el estallido social del 28 de abril de 2021 [28A] en Colombia, que tumbó el proyecto de reforma Tributaria, al ministro Carrasquilla, dio un golpe contundente al gobierno uribista, a toda la burguesía, a sus partidos y desequilibró el funcionamiento del régimen de dominación nacional, además de obligar al gobierno de Duque a implementar la gratuidad en la educación pública universitaria, tecnológica y técnica para los estratos 1,2 y 3 a partir del segundo semestre del 2021. Sin embargo, es importante señalar su principal debilidad: la falta de acción de la clase obrera y la ausencia de la acción obrera con el cese de la producción.
Es lamentable que este 1º de Mayo los dirigentes de las centrales obreras de Colombia, en vez de enfocarse en que la lucha obrera avance y actuar con total independencia de gobiernos, el imperialismo y los empresarios, hayan cedido la conmemoración del Día Internacional de la Clase Trabajadora al gobierno de Gustavo Petro-Benedetti para que impulse su consulta popular. Esto, desvirtúa completamente la esencia de la celebración. Además, de ilusionar a la base sindical con la idea de que los derechos laborales se conseguirán a través del presidente o del parlamento, la utilizan para su campaña electoral y lograr escaños en el Congreso. [Ver artículo: “El 28 A y la política del CNP”].
¡Qué tan lejos están estos líderes de aquellos que encabezaron las históricas jornadas de protestas obreras que llevaron a la consecución de sus demandas! Basta recordar las palabras de Albert Parson, uno de los Mártires de Chicago, durante su defensa ante el tribunal que lo sentenció a la pena de muerte:
Yo soy socialista. Soy uno de esos que piensan que el salario esclaviza, que es injusto, que es injusto para mí, para mi vecino y para mis compañeros. Pero no aceptaría dejar de ser esclavo del salario para convertirme en patrón… si hubiese escogido otro sendero en la vida, ahora podría estar viviendo en una bella casa, rodeado de mi familia, con lujo y tranquilidad,… Pero escogí otro camino, y hoy estoy aquí en el banquillo…
La clase obrera requiere con urgencia lideres que impulsen la lucha y no la conciliación.
El movimiento obrero necesita de sindicatos y centrales que impulsen la lucha unitaria por sus reivindicaciones y la solidaridad entre los trabajadores. Más aún en la actualidad, cuando los gobiernos de las principales potencias económicas del mundo se encuentran estrechamente unidos en el respaldo político, financiero y militar a la limpieza étnica de los palestinos realizada por Israel; al mismo tiempo que estos mismos gobiernos están inmersos en una intensa guerra comercial iniciada por la administración ultraderechista de Trump, dirigida contra sus pares de China y Europa. Y, lo más grave, contra los países bajo su dominación en América Latina y otras regiones.
Esta disputa de rapiña inter-imperialista, que viene de tiempo atrás, escaló hace tres años al terreno militar con la guerra entre Rusia y Ucrania, en la cual están involucrados Estados Unidos y Europa que disputan control de Ucrania y la región con Rusia.
Conflicto bélico que solo ha generado múltiples calamidades para los pueblos. Además de impulsar el armamentismo y el militarismo en Estados Unidos y las potencias europeas, lo que representa una amenaza para los trabajadores y pueblos del mundo, la cual exige una respuesta decidida del movimiento obrero y destaca la necesidad imperiosa de la movilización, de la solidaridad y de la organización internacional de los trabajadores, tanto sindical como política tal como lo hicieron las generaciones pasadas.
El internacionalismo proletario: Unidad imprescindible contra la explotación capitalista
Al igual que los capitalistas se organizan y se unifican internacionalmente para proteger sus intereses frente a la clase obrera, es fundamental que los trabajadores también se unan en la lucha por sus derechos y emancipación. Y, así como los poderosos pulpos empresariales que dominan la economía mundial no reconocen fronteras nacionales para expandir la explotación de la mano de obra y oprimir a las naciones más débiles en su afán de extraer recursos naturales para aumentar sus ganancias, la clase trabajadora no debe estar limitada por las fronteras nacionales.
La historia del movimiento obrero da testimonio que los cambios a favor de los de abajo solo han surgido de la acción colectiva e internacionalista. Fueron las huelgas generales, las revoluciones y la solidaridad internacionalista las que hicieron retroceder a los poderosos y conquistaron el recortado bienestar de que disfrutamos.
Por lo tanto, no solo es necesario, sino urgente reconstruir esas experiencias y tradiciones, que fueron destruidas por el estalinismo cuándo, a través de los partidos comunistas en todo el mundo, propagó su ideología de que se podría construir el “socialismo en un solo país” y la utopía de la “coexistencia pacífica con el imperialismo”. Esa política de conciliación con los empresarios y sus trasnacionales o el apoyo a sus gobiernos que se disfrazan de “progresistas”, solo ha hecho retroceder la lucha, abrir espacio para que los de arriba se recompongan y ha retardar el triunfo definitivo de los asalariados.
Por otro lado, el carácter internacional de esta fecha resalta la realidad de que, como trabajadores pertenecientes a la misma clase social, compartimos intereses comunes que trascienden fronteras geográficas, diferencias religiosas, étnicas, de género y culturales. Nos muestra que la venta de nuestro trabajo a cambio de un salario nos une contra la explotación laboral a nivel mundial.
Igualmente, nos recuerda que en nuestra vida diaria, independientemente de estar a miles de kilómetros de distancia, enfrentamos el mismo sistema económico de los grandes monopolios y a la oligarquía financiera que dirige y domina la economía mundial: el sistema imperialista.
Esto hace imprescindible rechazar el nacionalismo, que solo beneficia a las grandes potencias y gobiernos burgueses, y abrazar el internacionalismo proletario.
Por eso, en este 1o de Mayo, el presente artículo destacará la relevancia de las huelgas como característica de la lucha sindical y como una de las muchas formas en que la clase obrera lucha por su emancipación.
El regreso de las huelgas obreras
Aunque en un polo, está la dramática situación que enfrenta el pueblo palestino y la humanidad, marcada por la limpieza étnica, la devastación de Gaza y el avance de la colonización en Cisjordania por parte del sionismo israelí, así como por la ofensiva de la administración Trump-Elon Musk contra los inmigrantes, los trabajadores estatales y los derechos democráticos y los nubarrones del armamentismo mundial y el avance de la ultraderecha con Trump y sus aliados de la misma especie (Milie, Bukele, Orban, Novoa, Boluarte, entre otros) son una amenaza para los de abajo; en el otro polo de la realidad internacional, los trabajadores de todo el mundo conmemoraremos este Día Internacional de la Clase Obrera, en medio de una tendencia creciente a las huelgas, en Estados Unidos y Europa y en China y es una muestra de la resistencia a los planes de superexplotación.
La clase obrera, tras un prolongado periodo de quietud, retoma la huelga económica como el método de lucha que la caracteriza para imponer sus demandas en las negociaciones con la patronal.
Esta tendencia que ya se había registrado en 2022. Según un estudio del centro de investigación Economic Policy Institute el cual “reportó un aumento de casi el 50% en el número de trabajadores involucrados en grandes huelgas entre el año 2021 y 2022”.[1]
Los años posteriores a la pandemia, 2023 y 2024, marcaron un hito en la lucha del movimiento obrero que con la parálisis de sus actividades laborales, exigió un incremento salarial que contrarrestara la inflación y la mejora de las condiciones laborales.

En 2023, EE.UU. vivió el mayor incremento de huelgas en 50 años. Merecen destacarse las del poderoso sindicato metalúrgico United Auto Workers, UAW, que por primera vez organizó un paro simultáneo en las tres principales plantas fabricantes de automóviles.[2] Asimismo, la huelga de 175.000 trabajadores de la industria del entretenimiento de Hollywood, en la por “primera vez en 63 años escritores y actores se unieron en paro, simbolizando la solidaridad entre los sindicatos”.[3] Además, el paro de Kaiser Permanente que involucró a más de 75.000 trabajadores, representados por una coalición de múltiples sindicatos que realizaron la mayor huelga de la historia del sector salud registrada en Estados Unidos (Margaret Poydock y Jennifer Sherer, 2024), la cual estuvo antecedida por paros de enfermeras en 2019 en Nueva York y en varios estados de ese país.
En 2024, los 85.000 estibadores de catorce grandes puertos de Estados Unidos, miembros de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA), protagonizaron la primera huelga masiva desde 1977 en la Costa Este y del Golfo de ese país, demandando mejoras en sus salarios y en las condiciones laborales.[4]
De acuerdo a informe publicado el 19 de febrero del 2024 por la Escuela de Relaciones Industriales y Laborales de la Universidad de Cornell y la Escuela de Relaciones Laborales y de Empleo de la Universidad de Illinois, “en 2024, se produjeron 359 paros laborales (356 huelgas y tres cierres patronales) en todo Estados Unidos, 36 de ellos en el sector de la salud”. (BBC)
Como resultado de los paros de la producción, los trabajadores obtuvieron incrementos salariales, mejores condiciones de trabajo y garantías de protección frente a la automatización y la inteligencia artificial. Triunfos parciales, pero importantes.
Estas acciones han continuado en 2025 con la huelga de los profesionales de la salud del Estado estadounidense de Oregón en enero y la del personal de enfermería del Centro Médico Universitario (UMC) de Nueva Orleans, Luisiana, el 5 y 6 de febrero.
También Europa ha sido escenario de varias oleadas de huelgas generales y paros en diferentes sectores de la economía, así como numerosas movilizaciones en los años 2024 y 2025. Así lo reseña la periodista Raquel Pascual, en su artículo “Los trabajadores europeos retoman las huelgas como arma de protesta tras la pandemia”:
En el caso alemán, esta oleada de huelgas se ha alargado a todo 2024… Incluso Noruega vivió el pasado año la mayor huelga del sector privado en casi medio siglo.
Las reclamaciones salariales fueron la causa más común detrás de estos paros y los sectores del transporte, la industria manufacturera y los servicios públicos. El estudio de Eurofound indica que las condiciones de trabajo fueron la segunda problemática más frecuente de los conflictos laborales

Igualmente, en este continente, en 2025 las huelgas generaron caos en el transporte, siendo Alemania el epicentro con la paralización de las actividades en los aeropuertos, puertos y en el transporte terrestre. (Henry Bernal – marzo 2025). En Bélgica y Grecia, los trabajadores de los sectores público y privado cesaron sus actividades durante 24 horas en una huelga nacional en marzo y abril, respectivamente.
Por su lado, en China hubo un repunte de las huelgas en 2023. Según el artículo “El regreso de las huelgas en China”, en 2023 se produjo una oleada de huelgas, la mayoría de ellas en las regiones costeras, especialmente en el delta del río Perla y el delta del río Yangtsé. “Según el Boletín Laboral de China, hubo 434 huelgas en fábricas en 2023, en comparación con 37 en 2022 y 66 en 2021. De los 434 casos, cerca del 80 % se produjeron en la región costera sureste”. [6]
Este panorama de movilización obrera se mantiene en las sombras pues no recibe la atención mediática que merece. Los líderes de las principales organizaciones sindicales y políticas, que se reclaman de la causa de los trabajadores, tampoco las divulgan.
¿Por qué se generan las huelgas?
Esta conmemoración del 1o. de Mayo en el contexto del resurgir de las huelgas obreras en distintos puntos del mundo, nos sitúa en la lucha constante de la clase obrera con los empresarios y sus gobiernos, en busca de mejorar sus salarios y sus condiciones de vida; tener un empleo y salud, una casa en buenas condiciones, alimentar a su familia, no tener jornadas laborales tan agotadoras.
Además, actualmente surgen nuevas demandas con la irrupción de la automatización y la inteligencia artificial (IA) que amenaza la estabilidad laboral, puesto que, bajo este sistema, en lugar de que el avance de la ciencia y la tecnología ayuden al bienestar humano de la clase trabajadora, la implementación de estas tecnologías en las empresas amenaza con dejar a millones sin empleo.
Así lo revelaron las huelgas de los actores y guionistas de Hollywood contra la amenaza que representa la IA para sus trabajos que estaban siendo reemplazados por esta tecnología. O la de los estibadores de los puertos de Estados Unidos, que levantaron las consignas “los robots no pagan impuestos” y “la automatización perjudica a las familias”.
Este nuevo conflicto se genera porque los fabulosos avances tecnológicos están en manos privadas y sus dueños, los empresarios, permanentemente buscan utilizarlos para reducir los salarios, intensificar los ritmos de trabajo y acumular enormes ganancias. A ellos solo les interesa que los trabajadores sean cada vez más productivos en sus oficios para amasar enormes fortunas. No su bienestar y salud.
Cuanto menos salario le paguen al trabajador, mayor es la ganancia que acumulan. De modo que, cuando obtienen grandes beneficios económicos, no los distribuyen entre sus empleados. Pero, si estalla una crisis económica, buscan preservar sus niveles de ganancias a costa del sacrificio de sus trabajadores, lo que se traduce en la reducción de salarios, el aumento de la carga laboral, despidos y la eliminación de derechos previamente adquiridos.
Esto es claro para los trabajadores quienes realizan jornadas agotadoras, con salarios bajísimos y sin tiempo para disfrutar con sus familias. Es evidente, para quienes garantizaron el funcionamiento de la sociedad durante la pandemia. Los héroes del COVID-19, ven como los empresarios se llenan los bolsillos a expensas de su esfuerzo y sacrificio al tiempo que los altos ejecutivos reciben sueldos desmesurados:
Durante la Covid, los trabajadores de primera línea hicieron un trabajo increíble. Pero cuando fueron a pedir un aumento, un día libre o licencia de maternidad remunerada, la respuesta de los presidentes de las empresas fue ‘no tenemos recursos para hacer eso…
Pero todos sabemos que el dinero está, porque los presidentes de las empresas en EE.UU. ganan 360% del salario promedio de un trabajador en el país. Los trabajadores están cansados, las cosas tienen que cambiar y el paro es una herramienta poderosa que garantiza que tengan un lugar en la negociación.[7]
Esta dinámica constante de lucha entre los intereses de los capitalistas y los de los trabajadores, a veces manifestada de forma velada y otras veces de forma directa y ofensiva, es lo que da lugar al estallido de las luchas obreras y a la organización de sindicatos. Los trabajadores saben muy bien que, individualmente, son absolutamente impotentes frente a los capitalistas y requieren la acción colectiva.
La huelga, particularmente el paro de la producción de las principales actividades económicas del país, conjuntamente con la solidaridad constituyen poderosas herramientas de lucha del movimiento obrero. Como dice la canción alemana, si los trabajadores deciden detener su vigoroso brazo el sistema económico se paraliza.
“Todas las ruedas se detienen, si así lo quiere tu brazo vigoroso”
Todas las ruedas se detienen, si así lo quiere tu brazo vigoroso”
¡Hombre de trabajo, despierta!
¡Reconoce tu poder!
Todas las ruedas se quedan quietas
Si tu brazo fuerte lo quiere[8]
Como señaló el revolucionario ruso Vladímir Lenin al resaltar la capacidad que tienen los trabajadores de parar la producción en un fabrica o nacional e incluso internacional, en el análisis sobre Las huelgas que hizo en 1899:
Y así es en realidad: las fábricas, las tierras de los terratenientes, las máquinas, los ferrocarriles, etc., etc., son como las ruedas de una máquina gigantesca: la máquina que extrae diversos productos, los procesa y los entrega a su destino. Toda esta máquina es puesta en marcha por el trabajador. Quien cultiva la tierra, extrae minerales, produce mercancías en las fábricas, construye casas, talleres y ferrocarriles. Cuando los trabajadores se niegan a trabajar, toda la maquinaria amenaza con detenerse. Cada huelga recuerda a los capitalistas que son los trabajadores, y no ellos, los verdaderos amos: los trabajadores que proclaman cada vez con más fuerza sus derechos.
El temor que sienten los capitalistas ante la movilización obrera se evidenció cuando el ex presidente Joe Biden solicitó al Congreso intervenir con urgencia para “evitar la huelga de trabajadores ferroviarios”, forzando la adopción del acuerdo preliminar que los empresarios habían logrado con los sindicatos
El vigor de los movimientos de trabajadores –y el miedo que producen sus efectos- llevo al presidente estadounidense, Joe Biden…a apelar al Congreso para desarmar un movimiento que amenazaba con paralizar a 115.000 trabajadores ferroviarios en diciembre.[9]
¡Ese es el poder innegable de la huelga y de la lucha obrera! La capacidad de parar la producción nacional e internacional si así lo deciden. El poder de esos hombres y mujeres que, día tras día, ponen en funcionamiento la sociedad y que solo se hacen visibles cuando deciden cruzarse de brazos. [Ver: “28 A: Lo que había que hacer y no se hizo”].
Si los trabajadores del mundo quieren vencer, lo único que tienen que hacer es reconocer su propia solidaridad. Solo tienen que cruzarse de brazos y el mundo se parará. Son más peligrosos los trabajadores con las manos en los bolsillos que todas las propiedades de los capitalistas. (Joseph Ettor el líder sindical de la IWW)[10]
Para ello, es necesario dotarse de una dirección sindical combativa, independiente de la patronal y sus gobiernos, y organizarse en una confederación internacional y un partido mundial de y para los trabajadores.
[1] Por qué EE.UU. vive el mayor auge de huelgas y sindicalismo en 50 años y qué consecuencias económicas tiene. Mariana Sanches. BBC News Brasil desde Washington D.C.
[3] Zugasti Rodrigo. Hollywood: Las huelgas que redefinieron la industria del entretenimiento
[4] https://www.beckershospitalreview.com/hr/5-healthcare-strikes-in-2025/
[6] Simon Han – Jessica Song. 4 de junio de 2024. El número de huelgas en fábricas aumentó notablemente, y la mayoría de ellas se produjeron en las regiones costeras, especialmente en el delta del río Perla y el delta del río Yangtsé. Según el Boletín Laboral de China, hubo 434 huelgas en fábricas en 2023, en comparación con 37 en 2022 y 66 en 2021. De los 434 casos, cerca del 80 % se produjeron en la región costera sureste.
[7] Idem. BBC. Palabras de Catherine Feingold, directora internacional de AFL-CIO, la mayor federación sindical de EE.UU., que representa a 10.000 trabajadores:
[8] Canción Federal (Para la Asociación General de Trabajadores Alemanes) Texto: Georg Herwegh / Música: Béla Reinitz. 1864
[9] Idem. BBC
[10] Howard Zinn