¿Los derechos perdidos se recuperaran negociando con parlamentarios de la oligarquía y el papel de maestros y trabajadores es sólo de «muleta» de apoyo a su forcejeo con los parlamentarios del Establecimiento?

Compartimos el artículo titulado «¿Deben los maestros y la clase trabajadora marchar el 19?». (Link aquí) publicado el 17 de septiembre y que mantiene completa vigencia.

Extracto:

¿Deben los trabajadores marchar en apoyo a medidas que los perjudican?[1]

[…] Vemos muy necesario tomar en cuenta la realidad de las actuaciones del gobierno desde el punto de vista de los intereses de la clase trabajadora. Para el pueblo trabajador ¿será coherente salir en apoyo a un gobierno para quien, de acuerdo a la experiencia, los derechos y reclamos de los trabajadores asalariados son negados e importan muy poco?

¿Será acertado que maestros, jóvenes y trabajadores marchen para apoyar un gobierno que más allá de presentarse como víctima de la extrema derecha, implementa políticas contrarias a los derechos de la clase trabajadora? ¿No fue ese el caso cuando el gobierno con violencia rompió la huelga de los trabajadores del Ministerio de Trabajo? Y no fue también el caso de los maestros, cuando el gobierno del PH, en cabeza de su Ministra de Educación y sus parlamentarios, intentaron aprobar una “neoliberal” ley Estatutaria pactada con los uribistas, muy lesiva al magisterio y la educación pública? Ley que se habría aprobado, si no fuera por el Paro nacional impuesto por las bases del magisterio. ¿Será acertado participar en marchas de apoyo al gobierno y guardar silencio ante la calamitosa situación en el servicio de salud que afecta a la mayoría de los maestros del país, como víctimas del improvisado e irresponsable «cambio» en que se empeñó el gobierno, al implementar un nuevo modelo y arreglar ese lucrativo negocio con nuevos prestadores?

¿Marchar para que con el sofisma de que se invertirán recursos entre los sectores más pobres, se dé luz verde al alza de los combustibles (gasolina y ACPM)? ¿Apoyar que los hogares obreros y populares paguen el hueco fiscal, sólo porque Petro decidió mantener el pacto del uribismo, sumiso para atar los precios de la gasolina y ACPM a los precios internacionales fijados por las trasnacionales petroleras? ¿Respaldar esa alza, que sin duda terminará en subida general de los precios de la canasta familiar? ¿Es decir marchar el 19 para apoyar que haya más carestía?

¿Se puede acaso salir a patrocinar una nueva una nueva Reforma Tributaria presentada falsamente como dirigida a las grandes fortunas (sólo un 15%) y que realmente sería descargada en un 85%, sobre los bolsillos de los asalariados y la población?  ¿Salir a la calle para respaldar la política de “paz” del gobierno que, sin romper con la «guerra al narcotráfico» impuesta por EEUU al país que significa más violencia y muerte con el crecimiento de las bandas armadas y las guerrillas?

¿Se puede marchar para respaldar las denominadas “reformas sociales” que, más allá de algunas migajas y concesiones intrascendentes, en sus aspectos fundamentales, son globalmente regresivas? ¿Serán favorables a los de abajo, reformas “conciliadas”, es decir cocinadas y pactadas en secreto con los grandes capitalistas de las EPS, de los Fondos de Pensiones, y con ganaderos y terratenientes, en el caso del campo? O, ¿apoyar una Reforma Laboral dónde los derechos colectivos fueron eliminados del texto, dejándolos al arbitrio de la patronal y que no contempla algún plan serio de garantías al inexistente derecho a la sindicalización?

¿Respaldar en las calles un gobierno que mientras navega en siderales escándalos de corrupción (carro tanques – UNGR, etc.) y continúa pagando la fraudulenta Deuda Externa? ¿Apoyar a un gobierno que sigue actuando como aliado estratégico de los yanquis en la guerra al narcotráfico, dónde los muertos los ponen los trabajadores y pobres del campo o la ciudad? ¿Apoyar que siga entregando el país a ese y otros dictados imperiales?

Desde el punto de vista de las necesidades urgentes de la clase trabajadora, particularmente de sus sectores más explotados y oprimidos, el gobierno del ‘cambio’ no ha significado cambio alguno. En sus dos años, se ha limitado a tibias reformas y a entregar algunas migajas a algunos pocos sectores. No existe ningún hecho contundente que permita mostrar que ha solucionado -o siquiera empezado a solucionar-, alguno de los graves problemas de desempleo, bajos salarios, desigualdad social, salud, vivienda, condiciones de trabajo, violencia, miseria y demás calamidades urgentes que enfrentan los trabajadores y sectores más pobres del país. Por el contrario, tal como se había pronosticado Petro y el PH, se han esforzado por “cambiar algo para que todo siga igual”.

Los trabajadores conscientes, antes que marchar a ciegas, podrían hacerse esas preguntas y mirar de frente la realidad de un gobierno que, tras mensajes, discursos, teorías de golpes blandos y complots, oculta políticas que significan más trabajo y explotación para la clase obrera y el pueblo trabajador, porque no hay otra manera de desarrollar el capitalismo que es el propósito que se planteó desde el inicio Petro. Sus consecuencias, así favorezcan a los empresarios emergentes y directivos sindicales que se agrupan tras él, están afectando y afectarán seriamente a la clase trabajadora y los más desfavorecidos.

De nuestra parte consideramos que los maestros y trabajadores honestos y con mentalidad crítica e independiente, no ganan nada y pierden mucho marchando en apoyo a medidas contrarias a los intereses de la clase trabajadora y el pueblo pobre. Apreciamos como un serio error salir a manifestarse en apoyo a un gobierno que busca lograr recursos, ajustando el presupuesto de las familias más pobres y de los asalariados de salario mínimo, que son la mayoría de la población, subiendo precios de combustibles y servicios públicos.

Lo que como clase trabajadora y pueblo explotado se necesita es que los sindicatos sean recuperados por las bases para lograr que vuelvan a su finalidad de defender los derechos de sus afiliados. Que sirvan como herramientas de lucha para conquistar mejores condiciones de trabajo y de vida para sus afiliados y la población pobre, no de base de apoyo al gobierno. Es momento de exigir a sus dirigentes romper sus compromisos con el gobierno y los empresarios capitalistas nacionales y extranjeros que este representa y por cuyos intereses vela y se mantiene muy solícito, negociando y pactando con los grandes potentados nacionales y extranjeros, así como con sus tradicionales voceros políticos en el parlamento.

Desde las bases y los sectores conscientes, exigirles que giren a una postura independiente del gobierno y sus partidos, para organizar la lucha para conquistar soluciones a las necesidades urgentes de los trabajadores, antes que marchas de apoyo. Para oponerse con la movilización al alza de los combustibles, a otra Reforma Tributaria, a la creciente carestía y para exigir del gobierno políticas que combatan el desempleo, la pobreza, la desigualdad y la violencia sin control. 

Los dirigentes sindicales están ante reto de romper sus ataduras con el gobierno y llamar a organizar democráticamente con las bases desde sus organizaciones sindicales y populares, la movilización y la lucha independiente, para:

¡Exigir […] el cubrimiento de las necesidades básicas de los trabajadores: ¡Salarios, alimentación, salud, vivienda, educación, recreación, transporte, subsidio familiar, etc.!

¡Que el “hueco” fiscal lo paguen los grandes potentados y pulpos capitalistas! ¡Antes que una nueva Reforma Tributaria, imponer impuestos progresivos a los grandes capitalistas para solucionar las necesidades de los sectores más empobrecidos de la población!  

¡Suspender el pago de la fraudulenta Deuda Externa! ¡Ahí están los recursos para salud, educación y vivienda popular!

¡Rechazar nuevas alzas en los combustibles! ¡Exigir gasolina y ACPM a precios nacionales! ¡Ruptura de los pactos internacionales con las potencias!


[1] Extractado de ¿Deben los maestros y la clase trabajadora marchar el 19? septiembre 2024


En el marco de esta nueva convocatoria para que la clase trabajadora de Colombia respalde en marchas al gobierno Petro, compartimos el artículo titulado «¿Deben los maestros y la clase trabajadora marchar el 19?». (Link aquí) publicado el 17 de septiembre y que mantiene completa vigencia.

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