OMI – 27 de Mayo de 2021
La importante decisión de los trabajadores de Ecopetrol en Barrancabermeja de declararse en asamblea permanente fortalece la lucha. Al igual que el llamado que hacen “a todos los sindicatos, a todos los trabajadores para que no sigan de espaldas a este gran conflicto social y político” . En la misma senda está el bloqueo al tren de las exportaciones de carbón que hace el grupo de 226 trabajadores despedidos del Cerrejón en febrero pasado, que decidieron vincularse a la protesta para exigir su reintegro. Pasos importantes para así torcerle el brazo al gobierno
Si los dirigentes del CNP y de la juventud radicalizada están por llevar a fondo la lucha, no deberían caer en el juego de Duque con sus tramposas mesas de Diálogo. Por el contrario, deberían dedicarse a profundizar y extender el proceso organizando el paro de la producción en los sectores que dirigen. Aprovechar que el gobierno y la burguesía atraviesan sus días más difíciles desde el paro nacional de 1977 y que la mayoría de la población apoya la lucha, a la par que expresa su rechazo a Duque, Uribe, los comandantes del ejército, la policía y un alto porcentaje a los políticos de “oposición”.
Duque con una mano dialoga y con la otra asesina
Con el llamado al diálogo, Duque busca derrotar el levantamiento y estabilizar la situación. Al gobierno le conviene incrementar la violencia del ESMAD y la policía para atemorizar y golpear el levantamiento. Por eso a diario atacan, hieren y matan jóvenes (Calipso, Puerto Resistencia, Portal Américas en Bogotá y Usme). Por su parte, la ultraderecha (Vargas Lleras) no sólo apoya la decisión de Duque de arrasar a sangre y fuego el levantamiento juvenil y popular, sino que lo llama a declarar el estado de Conmoción Interior para aplastarlo definitivamente. Y los empresarios, los «camisas blancas«, en Cali se movilizan para ayudar a Duque con ese mismo objetivo, hecho minimizado por las direcciones sindicales y políticas.
Aprovechan que el CNP, apoyado en jerarcas la iglesia y la ONU (organización dependiente del imperialismo) siguen redactando con el gobierno un “protocolo de garantías para la protesta social”. Por otro lado, actividades programadas como las caravanas para saludar a los grupos de la primera línea –que solo incorporan a un sector de la población- o la orientación de mirar por TV el debate parlamentario contra Mindefensa, por bien intencionadas que parezcan, en los hechos no dan continuidad a las movilizaciones masivas y no siguen el camino señalado por la USO de cesar labores y permitir que la lucha gane fuerza y contundencia.
Con Duque no se resolverán las exigencias
Al gobierno no le interesa dar solución a las necesidades más urgentes que motivaron el estallido social. Si bajamos la guardia, avanzará en su pretensión de burlar las aspiraciones de la juventud y la población.
Por eso, para lograr las reivindicaciones, el grito juvenil y popular de “Fuera Duque”, en este momento tiene que concretarse en una lucha decidida que se proponga derribar al gobierno asesino y reaccionario del uribismo. No sólo al Min-defensa u otro ministro, como indicó el jefe liberal Gaviria.
Las direcciones sindicales y políticas, tanto del CNP como la de los muchachos de “los puntos”, deben decidir si su objetivo es la negociación y caer en el juego de Duque o proponerse sacarlo del gobierno.
No se trata simplemente de abonar el terreno de la campaña electoral y esperar a 2022, como piden Petro y los partidos de la oposición parlamentaria a sus seguidores.
El levantamiento popular pone de presente que solo un gobierno de los trabajadores y el pueblo pobre podrá dar solución a las necesidades urgentes de la mayoría de la población, de la juventud y los campesinos pobres.
La situación de los pobres, responsabilidad de Duque y el imperialismo
La razón de fondo de todas las calamidades que soporta el pueblo trabajador, la juventud y los campesinos pobres e indigenas, así como todas las lacras que padecemos (miseria, corrupción, violencia estatal y paramilitar, miles de muertos por la pandemia, “delincuencia”, narcotráfico, la explotación y opresión de mujeres y minorías y un largo etc.) no sólo está en este gobierno de extrema derecha. Está en el sistema económico y social capitalista. Sistema no guiado para brindar bienestar a las mayorías, como dicen sus defensores, sino por la sed de lucro incesante de un puñado de pulpos (trasnacionales y nacionales). La causa de los males del país es el dominio del imperialismo y la sumisión a sus intereses, de todos los partidos de los capitalistas que han gobernado Colombia.
La conquista de plenas libertades democráticas, el fin de la violencia estatal, narcotraficante y paramilitar, la eliminación del hambre y el desempleo, el derecho a vivienda, salud y educación para todos, así como el problema de la redistribución de la tierra en el campo y la ciudad, sólo podrán ser resueltos si nos liberamos de la opresión imperialista, principal problema para el pueblo trabajador y pobre. Algo que cabalmente solo podrá conquistarse con un gobierno dirigido por quienes con su trabajo producen toda la riqueza: la clase obrera, junto a los asalariados y pobres del campo y la ciudad. Un gobierno obrero y popular.
Los graves problemas que nos agobian no se resolverán con el “diálogo” de Duque. Menos con otro “Acuerdo de paz” con las guerrillas de ELN, que negocian en secreto con el propio Uribe o mediante la implementación del “Acuerdo de la Habana”. Es lo que ha probado la experiencia. Tampoco votando, así sea por un candidato “progresista” que diga representar los intereses de los de abajo, como proponen las diferentes organizaciones que componen el CNP y hasta los muchachos de la «primera línea». Tal personaje no existe, pues por “democrático” que sea, si no toca las raíces de este sistema capitalista de opresión y explotación, no dará solución definitiva a los problemas del pueblo pobre.
Las necesidades de los protagonistas de la protesta
El levantamiento es el grito de millones de jóvenes pobres y sectores populares que encontraron en la movilización y la lucha el único camino para exigir soluciones inmediatas a sus necesidades básicas: empleo, alimentación, salud, educación, vivienda, recreación y todo lo que signifique una vida digna.
Por lo tanto, para dar solución a todas estas demandas, es necesario que avance, incorporando a la clase obrera con el paro de sus labores y se proponga conquistar:
- Contra la desocupación: Plan de obras públicas con contratos formales, a término indefinido y con un salario digno. Abolición de la tercerización. Escala móvil de horas de trabajo sin disminución del salario.
- Derogatoria inmediata del decreto 1174.
- Escala móvil de salarios: aumento de salarios de acuerdo con el aumento del costo de la canasta familiar.
- Renta básica de un salario mínimo para los desempleados e informales.
- Matrícula y restaurante gratis en todas las universidades públicas.
- Transporte y útiles escolares gratuitos para los estudiantes. No basta con matrícula gratuita para la educación básica y media.
- Expropiación sin indemnización a las grandes empresas privadas de salud, bancos, medios de comunicación, cadenas de almacenes, transporte y que pasen a ser controladas por los trabajadores.
- Juicio y castigo a los asesinos de jóvenes, líderes populares, trabajadores y campesinos, por tribunales conformados por familiares de las víctimas. Libertad a los detenidos y aparición con vida de los desaparecidos durante las protestas.
- Disolución inmediata del ESMAD y reducción del presupuesto militar.
- Democratización de las fuerzas militares y la policía con derecho a sindicalizarse, elegir y revocar a sus mandos
- Pruebas, vacunación masiva y dotación de UCIs suficientes para atender a la población pobre.
- Contratación a término indefinido de suficiente personal de salud, con salarios justos.
- Desarrollo de nuevas formas de organización por la base de los obreros y sectores populares en lucha, como los comités por empresa, por barrio y Coordinadoras de estos comités.
Por una reforma agraria que entregue la tierra a los campesinos pobres. Por la liberación nacional y nuestra segunda independencia del imperialismo
- No más sumisión a los intereses yanquis, a sus planes económicos, a la entrega de nuestros recursos naturales y su guerra al narcotráfico, motor de la violencia en campos y ciudades.
- No más “ayuda” militar yanqui o entrenamiento a policía y FFAA.
- Fuera las tropas y asesores militares, económicos y políticos yanquis del país.
- No al pago de la deuda externa. Ese dinero debe destinarse a atender las necesidades del pueblo trabajador.
- Expropiación sin indemnización de las transnacionales y con control obrero.
- Ruptura de todos los pactos militares que atan el país a los dictados yanquis (TIAR, CONDECA, etc.)