Opción Marxista Internacional. Agosto de 2021 – actualizado
- Las inéditas movilizaciones de sectores de trabajadores cubanos que estallaron en una veintena de ciudades en julio de 2021, obedecen a profundas y múltiples necesidades insatisfechas en sus condiciones de vida: la escasez de alimentos y medicamentos, los cortes de electricidad y los contagios por COVID 19, que llevó a que Díaz Canel afirmara que “La situación actual de la epidemia ha sobrepasado las capacidades del sistema de salud, tensionando el trabajo de todo su personal”, a pesar de que la isla ha sido el único país de América Latina que mantuvo el control de la pandemia en 2020 y también el único en crear su propia vacuna contra el covid19. Todo mientras la élite gobernante del Partido Comunista vive en un mundo de privilegios y comodidad.
- La indignación también se debe a la falta de libertades que impiden el derecho de reunión, organización y movilización, bajo el dominio de un régimen político despótico, arbitrario y de partido único. Por eso, lo primero que hizo el Presidente Diaz-Canel fue responder con violencia contra los manifestantes y llamar a los partidarios del gobierno, a los empleados del estado y adeptos, para que se movilizaran en apoyo al régimen.
- Como organización marxista revolucionaria consideramos válidos y completamente justos los reclamos de los trabajadores que se movilizaron y en consecuencia, respaldamos su indignación y lucha. La solidaridad internacional de la juventud pobre y los trabajadores es indispensable y ayudaría a impedir que el imperialismo yanqui, los gusanos de Miami y los sectores reaccionarios al interior del país, pesquen en rio revuelto y canalicen la indignación popular al servicio de la plena restauración del capitalismo en la isla.
- Las protestas de los cubanos se inscriben en un contexto mundial de profundización de la miseria de las masas como consecuencia de las medidas tomadas por los gobiernos para enfrentar la pandemia. Previo al surgimiento del Covid-19 en América Latina en 2019, las masas respondieron rechazando los planes económicos de los gobiernos en Ecuador, Chile y Colombia, entre otros. Estas luchas que tuvieron un repliegue durante 2020 y en 2021 han vuelto a emerger, ya que la desigualdad social ha aumentado debido a la política de los gobiernos, que han privilegiado las ganancias de la burguesía a costa de la muerte y mayores sufrimientos para los más pobres.
- Sin duda, el criminal bloqueo imperialista durante más de 50 años es el mayor responsable de la grave situación en la que se encuentran los trabajadores y el pueblo cubano, situación agudizada con la pandemia del Covid-19 y que ha sido el detonante de las movilizaciones. Pero esa explicación del castrismo y sus defensores es sólo una verdad a medias.
- Rechazamos tajantemente el bloqueo norteamericano. Biden, levantando la bandera de la democracia, en un acto de descarada intromisión, pretende aparecer del lado de quienes se movilizaron y su justa lucha. Nada más falso e hipócrita. Los trabajadores no se pueden dejar engañar por los cantos de sirena del mayor opresor y explotador de los pueblos del mundo, que pretende venderles mercancía barata al decirles que la democracia burguesa y la completa restauración del capitalismo en Cuba solucionarían las privaciones y necesidades que padece la población. Igual rechazo deben recibir las sanciones a los miembros de la policía y el gobierno cubano por parte del gobierno imperialista de EEUU, una muestra más de su atrevida injerencia en los asuntos nacionales de la isla.
- Al imperialismo yanqui, que ha expoliado a países enteros durante años con sus planes de hambre y miseria, que ha bombardeado y matado a millones por todo el orbe, no se le puede conceder la más mínima autoridad para hablar de democracia; mucho menos cuando no le ha temblado la mano para reprimir las protestas surgidas en EEUU a raíz del asesinato de George Floyd a manos de la policía en 2020, y cuando es el principal responsable de la muerte de millones de trabajadores y pobres en EEUU, que al no tener acceso a la salud, han muerto por el Covid 19. Y, como si fuera poco, es el responsable de los millones de desempleados a causa de sus políticas para el manejo de la pandemia. Son ejemplos más que contundentes de la bancarrota de la democracia burguesa y del capitalismo como régimen social de producción, que EEUU pretende mostrar como una salida para la crisis de Cuba.
- Lo que en realidad interesa a EEUU, así como a los demás países industrializados (imperialistas) de Europa, cuando expresan su “preocupación” por la situación de los cubanos, es acabar con lo que queda de las conquistas de la revolución que no han sido aún arrasadas por el avance de la restauración capitalista: un sistema de salud completamente gratuito, universal, igualitario, preventivo y que cuenta con el mayor número de médicos del mundo. Totalmente opuesto al de Estados Unidos y la mayoría de los países del mundo, donde la salud es privada, de mala calidad y supremamente costosa. En Estados Unidos a pesar de contar con alto desarrollo científico, tecnológico y recursos económicos, esos avances no son accesibles a la población pobre y trabajadora. Allí no se cuenta ni siquiera con atención básica gratuita. Por eso, los pobres han sido los más afectados por la pandemia COVID19. Otro tanto sucede en Cuba con la educación que es totalmente pública, de alta calidad y gratuita.Privatizar la salud, la educación y toda la actividad productiva para restaurar completamente el capitalismo y explotar directamente la mano de obra cubana, sus recursos naturales, y sus conocimientos científicos al servicio del capital privado, es lo que realmente está detrás de las palabras de “apoyo” “defensa de la libertad” o de “los Derechos Humanos”, de esos gobiernos imperialistas a los reclamos de los cubanos.
9. Por eso quienes se movilizaron tampoco pueden cifrar sus esperanzas en los otros países imperialistas, que tiene sus propios intereses y explotan la mano de obra cubana. España es el país imperialista con mayor presencia en la isla a través de sus transnacionales hoteleras Meliá e Iberostar, bancos como el BBVA y Sabadell, y Altadis, la trasnacional que gestiona junto al gobierno cubano la empresa Habanos. También Francia, Italia y Canadá tienen fuertes inversiones. A todas les interesa el avance del capitalismo en la isla para desarrollar a sus anchas sus negocios y llenar sus arcas a costa de la explotación del pueblo trabajador de Cuba. - Sin perder de vista las diferencias existentes de Rusia y China con los imperialismos, los sectores movilizados en Cuba y quienes decidan apoyar su justa lucha, cometerían un error al confiar en que su «ayuda humanitaria» es desinteresada. Por el contrario, lo que realmente los motiva es fortalecer sus negocios en la isla y su presencia e influencia en la región.
- Quienes hoy se levantan contra el gobierno no pueden esperar que EEUU u otros gobiernos capitalistas les brinden el bienestar que no han ofrecido a sus trabajadores en esos países. La injerencia del imperialismo en Cuba es otro intento por restaurar totalmente el capitalismo en la isla y arrebatar las pocas conquistas sociales que aún conservan los trabajadores como producto de la revolución, con la consecuente pérdida de la independencia del país.
- Por tanto, le corresponde a la clase obrera liderar la movilización y a los sectores populares cubanos desarrollar su lucha de manera completamente independiente contra la intromisión norteamericana, el bloqueo, y denunciar la trampa de las declaraciones de Biden que dice estar de su lado.
- El bloqueo imperialista no era ni es imposible de vencer. Y no es la única causa de las penurias de la población. Las organizaciones estalinistas, castristas y chavistas levantan este argumento para ocultar la responsabilidad del castrismo y del estalinismo, que, con su política de socialismo en un solo país, de coexistencia pacífica con el imperialismo y de conducción burocrática de la economía y de la vida del pueblo cubano, convirtió a Cuba en un estado obrero burocratizado. Dicen defender “el socialismo” para defender a la casta gobernante en ese país y no al pueblo.
- Esa casta, en vez de diplomacia abierta se dedicó por años a mantener discusiones secretas con el imperialismo (Reagan) e impidió a los trabajadores tomar decisiones referentes a los procesos productivos. Así mismo, acorde a las políticas estalinistas, negó su apoyo para el avance de la revolución internacional, al aconsejar al sandinismo, al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN salvadoreño y la guerrilla de Guatemala, que no expropiaran a la burguesía en sus países y pactaran “la paz” con los genocidas y así evitar que en la región se profundizara el proceso revolucionario.
- Como resultado de esta política, en vez de avanzar al socialismo, Cuba quedó aún más aislada y rezagada, situación que se agravó a niveles impensables con la destrucción de la URSS. Por eso, de la mano de sus gobernantes, en Cuba viene avanzando desde hace años la restauración capitalista, con las consecuencias actuales de hambre, miseria y privaciones cada vez mayores para las masas, mientras la casta burocrática aumenta su vida privilegiada como intermediario y gestor de las inversiones capitalistas en la isla y compartiendo una parte de las ganancias.
- La realidad plantea a la clase obrera mundial y a los oprimidos la necesidad de movilizarse en rechazo al bloqueo y la injerencia de EEUU y los demás imperialismos europeos, así como de Rusia. Expresar su total solidaridad con la lucha que exige solución a sus necesidades básicas y reclama las libertades democráticas más elementales. Así mismo, rechazar las declaraciones de los sectores de ultraderecha, que aprovechan la confusión que reina a nivel mundial, para afirmar que el fracaso de la conducción burocrática de Cuba es el fracaso del comunismo.
- Para poner freno a su difícil situación, los trabajadores cubanos están ante el reto de avanzar construyendo una organización política propia e independiente, tanto de los países imperialistas, de Rusia y China, como de los gusanos y el régimen. Organización que se plantee la toma del poder, destruya el régimen de partido único de la burocracia castrista, e instaure un régimen de Democracia Obrera con amplias libertades de asociación política, sindical y cultural, que permita el desarrollo de las iniciativas de los trabajadores en todos los niveles y revierta radicalmente el proceso de restauración capitalista.
- Defender consecuentemente lo que aún queda de las conquistas logradas por las masas con la revolución de 1959 requiere profundizar y fortalecer el estallido social que ha emergido en Cuba. Es la mejor defensa de un país que no obedece los dictados del imperialismo y donde se demostró que se puede construir una sociedad sin capitalistas. Su defensa pasa hoy por detener todas las medidas restauracionistas que desde hace décadas el gobierno castrista viene implementando de la mano del imperialismo europeo y otros gobiernos capitalistas, al permitir que sus empresas hagan fabulosos negocios y se lucren con la explotación del pueblo trabajador cubano.
- Si la clase obrera toma el control de la producción para permitir la planificación democrática de la economía y revierte las medidas restauracionistas tomadas por el castrismo, se lograría el avance hacia el socialismo, constituyéndose en un punto de apoyo muy importante en la tarea que tienen planteada los asalariados a nivel mundial para liderar la toma del poder y avanzar hacia la construcción de una sociedad socialista como forma de superar el decadente sistema capitalista actual.