Septiembre 29 de 2024
El 27 de septiembre, mientras Israel lanzaba un ataque aéreo en Beirut que mató a varios civiles y al máximo líder de la organización Hezbollah, Benjamín Netanyahu pronunciaba un airado discurso en la ONU recalcando su retórica de victimizar al estado de Israel y tildar de antisemita a todo aquel que se opone a su política colonial a y los métodos nazis que utiliza para arrasar con el pueblo palestino.
Días antes, violando las reglas de juego de la “democracia burguesa” que dice defender, Israel cometió varios actos de terrorismo en el Líbano que acabaron con la vida de cientos de personas al convertir aparatos de comunicación de Hezbollah en armas y posteriormente bombardear sitios claves en la capital, con la excusa de dar de baja a los cabecillas de la milicia shií.
Por otro lado, desde octubre de 2023, el mundo ha sido espectador directo del genocidio más atroz contra los palestinos. Más de 40.000 gazatíes asesinados hasta ahora es el saldo aterrador que tiene a sus espaldas el Estado nazi sionista de Israel. Un estado que dice ser representante de la “civilización” y la “democracia”, según palabras pronunciadas por Netanyahu ante el Congreso de norteamericano en su reciente visita a EE. UU, que buscaba la aprobación de mayores fondos para llevar a cabo su política de exterminio.
Como resultado del espaldarazo de EEUU, Israel recrudeció sus acciones no sólo contra Palestina sino ahora contra el Líbano y Yemen, en una escalada de terror que parece imparable, gracias también al respaldo de los imperialismos europeos y las burguesías árabes de la región.
Los métodos utilizados por Israel que han sido comparados con los aplicados por los nazis y que generan la indignación en Netanyahu y los Israelíes, siguen siendo detallados y reseñados por la prensa mundial de la siguiente manera (Ageel, G. 2024):
… “Israel ha destruido toda la infraestructura palestina: escuelas, hospitales, así como la de los servicios públicos: suministros de agua, energía, entre otros. Es conocido el ataque frecuente a las redes de acueducto para privar de agua a la población y provocarle sufrimiento, además de ser una vía para la propagación de enfermedades.
Lo más repudiable es el asesinato sistemático e intencional del personal de la salud, trabajadores de la defensa civil, conductores de ambulancias, equipos de rescate, fuerzas policiales, ingenieros civiles, trabajadores de servicios públicos, conductores de convoyes de ayuda y líderes de la sociedad civil. Según las Naciones Unidas, hasta agosto, 885 trabajadores médicos habían sido asesinados en Gaza
Algunos fueron atacados en sus hogares y otros en los hospitales donde se habían quedado para cuidar a los pacientes mientras las fuerzas israelíes llevaban a cabo redadas. Otros fueron torturados hasta la muerte, como el doctor Adnan al-Bursh, cirujano ortopédico del hospital al-Shifa, y el doctor Iyad al-Rantisi, jefe de obstetricia y ginecología del hospital Kamal Adwan”.[i]
La aniquilación de la infraestructura hospitalaria y la matanza masiva de médicos y demás personal de la salud busca impedir que los palestinos sean curados de enfermedades o heridas ocasionadas por los bombardeos sistemáticos.
“El bloqueo al paso de insumos a Gaza provoca la hambruna en la población e impide que las pocas instalaciones hospitalarias que quedan en pie tengan lo necesario para curar a los heridos que llegan diariamente. Como muestran muchos videos, éstos son atendidos entre las ruinas y con muy pocos recursos, donde son colocados en el suelo en un charco de sangre mientras los pocos trabajadores médicos disponibles se apresuran a brindar atención de emergencia. Muchos de los que normalmente se salvarían, mueren”.[ii]
Y como si fuera poco, mientras el ejército de Israel ataca con crueldad a la población palestina, la población tiene conductas macabras como las siguientes:
… “al otro lado, en una colina en las afueras de la ciudad israelí de Sderot, cerca de la frontera con Gaza, Krak, tienen lugar escenas donde algunos israelíes arrastran sillas y sofás de camping hasta la cima para contemplar sentados -como espectadores de una película con bolsas de palomitas de maíz crujientes- los feroces y estremecedores ataques aéreos contra Gaza, que son vitoreados y aplaudidos con entusiasmo”.[iii]
“Durante un episodio reciente del popular podcast israelí en inglés “Two Nice Jewish Boys”, el dúo de podcasting en cuestión sugirió que sería genial simplemente presionar un botón y acabar con “todos los seres vivos en Gaza”, así como en Cisjordania”.[iv]
¿Cómo definir estos métodos que utiliza el sionismo en Gaza, Líbano y Yemen?
Utilizar la hambruna como arma de guerra; atacar a la población inerme en sus hogares y en los hospitales; asesinar sistemáticamente al personal de la salud; destruir intencionalmente escuelas y hospitales, así como la infraestructura que suministra el agua y la energía, sumado a los bombardeos que han acabado con la vida de miles de mujeres y niños y que ha reducido a escombros todas las ciudades en Gaza, son acciones genocidas que buscan despojar a los palestinos de sus territorios y viviendas, infringirles dolor y aumentar el sufrimiento para diezmar y desmoralizar al conjunto de la población y así someter cualquier impulso que puedan tener de resistir la ocupación.
Los bombardeos en Yemen y Líbano, así como el uso de la tecnología para asestar un duro golpe a Hezbollah, sin importar las víctimas entre la población indefensa, hacen parte de los mismos métodos, que buscan diezmar a quienes se oponen a la colonización palestina.
Estos métodos del ejército de Israel, así como la conducta de la población sionista que los celebran, por paradójico que parezca, puede definirse, sin exagerar, como una práctica claramente nazi.
Las acusaciones de “terroristas”, “enemigos de Israel” o “antisemitas” a quienes se oponen a su ocupación colonial y a esta indigna masacre, así como la propaganda sionista sobre el “derecho” de Israel a existir y defenderse, buscan justificar el genocidio y encubren sus métodos nazis.
Métodos que vienen realizando contra los palestinos y árabes hace más de medio siglo, apoyados desgraciadamente por su pueblo, así como el Estado nazi durante sus primeros años tuvo el apoyo de la mayoría del pueblo alemán.
Porque contrario a lo que Netanyahu propagandiza hasta la saciedad, cuando se muestra como la víctima de los ataques de la resistencia, ha sido Israel el opresor de los palestinos durante todos estos años.
Por eso planteamos que hay que defender a los palestinos sin dejar de señalar, cuando es necesario, los errores de las direcciones de sus organizaciones.
Según palabras del marxista argentino Nahuel Moreno (Moreno, Conversaciones 1986, p.7) las monstruosidades del actuar sionista son la expresión moderna del barbarismo nazi y del sistema capitalista en su etapa de descomposición imperialista, que demuestran una vez más que “donde hay capitalismo el nazismo está a la vuelta de la esquina si no es detenido por el movimiento de masas”.
¡Es imperioso detener a Israel!
A un año del inicio de esta espantosa masacre, es hora que toda esta trágica realidad que vive el pueblo palestino genere el mayor repudio e indignación en los países de América Latina. Los métodos de guerra nazi con los que está siendo arrasada la población en Gaza, Cisjordania y ahora en el Líbano, reclaman a gritos pasar a la acción y tomarse por miles las calles, así como lo han hecho trabajadores, jóvenes y activistas democráticos o de izquierda en Europa, EE. UU., y demás países del cercano oriente.
Se requiere la más amplia movilización unificada de los pueblos palestino, libanés y del mundo árabe, tal vez en una nueva “Primavera árabe”, que se proponga vencer las vacilaciones de sus gobiernos y direcciones, para lograr repeler la avanzada de guerra genocida de la entidad sionista de Israel. Y además, que la clase obrera en todo el mundo sea protagonista de huelgas y boicot que detengan la producción en las fábricas que proveen suministros bélicos al ejército sionista.
La dramática situación requiere que los dirigentes de las organizaciones sindicales, populares y democráticas en el mundo entero, convoquen y organicen la más amplia movilización para defender Gaza y Cisjordania, rechazar los bombardeos y asesinatos de la invasión al Líbano y enfrentar el ataque sionista. Movilización y lucha para exigir a los gobiernos imperialistas el embargo de armas y en particular exigir a los gobiernos “progresistas” que dicen estar en contra del genocidio la ruptura inmediata de relaciones diplomáticas y económicas con el estado sionista. ¡La hora no admite más discursos y palabras! ¡Exige acciones de movilización en solidaridad!
[i] Ageel, G. (septiembre 2024). En Gaza, Israel pretende destruir el orden civil, pero está fracasando. Al Jezeera
[ii] Idem
[iii] Fernández, B. (septiembre de 2024). Netanyahu y los manifestantes israelíes están en la misma página. Al Jazeera.
[iv] Idem