Irene Gómez – 9 de Octubre de 2021
“Guevara: héroe y mártir de la revolución permanente”[1]
El 9 de octubre se conmemora un aniversario más del asesinato de Ernesto, Che Guevara, dirigente de la revolución cubana asesinado por el ejército boliviano en 1967. Su muerte fue una victoria para Estados Unidos y la burguesía mundial.
El Che Guevara se transformó en un consecuente luchador de la revolución latinoamericana y se convirtió en un símbolo de rebeldía y lucha para esa generación de jóvenes que quería cambiar esta sociedad mediante la revolución socialista. En palabras del dirigente trotskista internacional Nahuel Moreno: «De revolucionario pequeñoburgués en nuestro país que no comprende el peronismo, a dirigente del movimiento pequeñoburgués más revolucionario de América Latina, encabezado por Fidel. De activista estudiantil argentino a guerrillero cubano. De jefe guerrillero a constructor de la economía socialista.«
Aunque el programa inicial del Movimiento 26 de julio, la organización dirigida por Fidel Castro, se limitaba a la tarea democrática de derrocar al dictadura de Fulgencio Batista, la dirección de la revolución triunfante en Cuba, encabezada por Fidel y el Che, tomó la decisión política revolucionaria de expropiar las empresas norteamericanas que existían en la isla, como respuesta a la agresión y bloqueo de Estados Unidos e impulsados por el potente ascenso revolucionario que sacudía la región y el mundo. Así, se inició el proceso que expropió a los capitalistas extranjeros y nacionales, se centralizó la economía y surgió el primer y único estado obrero en América Latina.
En su momento, Cuba demostró que es posible liberarse del dominio imperialista y construir una economía sin grandes empresarios privados y sin explotación del trabajo ajeno. Así como, avanzar en la calidad de vida del conjunto de la población, con salud, educación, vivienda gratuita y empleo. Sin violencia, narcotráfico, drogadicción, corrupción y demás lacras propias de este sistema capitalista en que estamos sumidos los demás países de América Latina y el mundo.
Pero, Guevara se propuso ir mas allá. Extender la revolución hacia América Latina para liberarla del imperialismo y los capitalistas. Aunque con un método de lucha equivocado, el del foco guerrillero, actuó en consecuencia y entregó su vida a esta causa.
Un internacionalista
Independientemente de las diferencias programáticas, políticas y metodológicas que nos separan de la visión del Che, reconocemos que fue un revolucionario internacionalista y consecuentemente antiimperialista, entregado a la causa de los pobres y oprimidos del mundo. Para él, era necesario extender la revolución por América Latina, como única vía para que el proceso revolucionario cubano se fortaleciera, consolidara y no quedara aislado como finalmente sucedió. Política contraria a la estalinista de “socialismo en un solo país” y de “coexistencia pacífica” con el imperialismo y causa fundamental de la actual crisis de Cuba.
N. Moreno resalta esta convicción en el artículo Guevara, héroe y mártir de la revolución permanente:
«Con toda claridad insistía en que había una estrategia contrarrevolucionaria de conjunto en toda América de los explotadores nacionales y el imperialismo yanqui y que la sola respuesta era una lucha de conjunto continental. “Dado este panorama americano, es difícil que la victoria se gane y consolide en un solo país. La unión de las fuerzas represivas debe ser respondida por la unión de la fuerza popular. En todos los países en los cuales la opresión de las masas llega a límites intolerables, la bandera de la rebelión debe ser levantada, y esta bandera debe tener, por necesidad histórica, características continentales. La cordillera de los Andes está destinada a ser la Sierra Maestra de las Américas…»
… “No podemos decir qué características esta lucha continental adquirirá, ni tampoco cuánto tiempo durará, pero podemos predecir su iniciación y su triunfo, porque es el resultado de circunstancias inevitables históricas, económicas y políticas y su curso no puede ser detenido. Iniciarla cuando las circunstancias están dadas, independientemente de la situación en otros países, es la tarea de las fuerzas revolucionarias, en cada país”.
Consecuente con esta política, abandonó los cargos gubernamentales en el naciente estado obrero cubano para continuar “sus batallas” y extender la revolución a otros países, bajo el lema: “crear dos, tres… muchos Vietnam”.
Su decisión la expresa en la carta de despedida a Fidel Castro al partir hacia el Congo para unirse a la lucha de liberación nacional de ese país en la que escribe: «Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos…» Tras el fracaso de esta experiencia, viajó a Bolivia.
¡Qué diferencia abismal con la política y conducta de los líderes actuales de la izquierda latinoamericana centrados en el pacto de políticas reformistas con los gobiernos y en disputas electorales. Y también con la propia dirección cubana actual!
Fiel al internacionalismo critica la política de “socialismo en un solo país” de la burocracia estalinista de la ex URSS y de la ausencia total de respaldo a la grandiosa lucha de liberación nacional que libraba el pueblo vietnamita. Así lo destacó Moreno en el mismo artículo sobre Guevara:
«En su carta “testamento” el Che insiste apasionadamente en lo mismo. Escuchémoslo: “Cuando analizamos la soledad vietnamita nos asalta la angustia de este momento ilógico de la humanidad. “El imperialismo norteamericano es culpable de agresión. Sus crímenes son inmensos y repartidos por todo el orbe. ¡Ya lo sabemos, señores! Pero también son culpables los que en el momento de definición vacilaron en hacer de Vietnam parte inviolable del territorio socialista, corriendo, sí, los riesgos de una guerra de alcance mundial, pero también obligando a una decisión a los imperialistas norteamericanos. Y son culpables los que mantienen una guerra de denuestos y zancadillas comenzada hace ya buen tiempo por los representantes de las dos más grandes potencias del campo socialista. “Preguntemos, para lograr una respuesta honrada: ¿Está o no aislado el Vietnam, haciendo equilibrios peligrosos entre las dos potencias en pugna?»[2]
También, hace un llamado a los explotados del mundo:
“Y a nosotros, explotados del mundo, ¿Cuál es el papel que nos corresponde? Los pueblos de tres continentes observan y aprenden su lección en Vietnam. Ya que, con la amenaza de guerra, los imperialistas ejercen su chantaje sobre la humanidad, no temer la guerra es la respuesta justa. Atacar dura e ininterrumpidamente en cada punto de confrontación, debe ser la táctica general de los pueblos”.
Crítico del estalinismo y de los Partidos Comunistas.
Guevara adoptó una posición crítica frente a la política comercial exterior que tuvo el estalinismo de los ex estados obreros burocráticos de la URSS y China hacia los países semicoloniales. Política que defendían a pie juntillas todos los Partidos Comunistas del mundo.
Los denunció por “su complicidad con los países explotadores”,:
En el seminario de solidaridad afro-asiático llevado a cabo en Argel a principios de 1965 afirmó categóricamente: “El desarrollo de los países que han tomado el camino de la libertad debe ser apoyado por los países socialistas; ésta es mi profunda convicción. ¿Cómo puede ser considerado de beneficio mutuo vender a los precios del mercado mundial las materias primas que han costado sudor y sufrimiento a las masas de los países atrasados y comprar a los precios del mercado mundial las máquinas producidas por las grandes plantas automatizadas de hoy en día? Es obligación de los países socialistas terminar esta tácita complicidad con los países explotadores del Oeste.[3]
En 1965 escribe al dirigente de la revolución cubana, Armando Hart, sus críticas sobre el dogmatismo y adoctrinamiento totalitario, característico del régimen estalinista, que no solo imposibilitaba el pensamiento crítico y el disenso al interior de los Partidos Comunistas y de los ex estados obreros burocratizados, sino que aplastaba y/o eliminaba físicamente las voces disidentes. Como ejemplo histórico, está el asesinato de Trotsky y muchos miembros de la Oposición de Izquierda. Practica que también es propia del régimen cubano, de los partidos Comunistas y de las direcciones guerrilleras.
«Tras el fracaso de la guerrilla del Congo, el Che se encuentra en Tanzania esperando entrar clandestinamente a Bolivia. «En este largo período de vacaciones le metí la nariz a la filosofía, cosa que hace tiempo pensaba hacer. Me encontré con la primera dificultad: en Cuba no hay nada publicado, si excluimos los ladrillos soviéticos que tienen el inconveniente de no dejarte pensar, ya que el partido lo hizo por ti y tú solo debes digerir», escribe. A Guevara le dan alergia los esquemas de los manuales de la URSS, y propone a Hart hacer un programa de estudios de filosofía nuevo para Cuba: «Hice un plan de estudio para mí que, creo, puede ser analizado y mejorado mucho para constituir la base de una verdadera escuela de pensamiento; ya hemos hecho mucho, pero algún día tendremos también que pensar».
Las lecciones
Hoy, cuando la insoportable situación de hambre, miseria, desempleo, discriminación, violencia estatal y paramilitar, empujaron nuevamente a las masas, a la juventud pobre y de clase media a estallidos sociales en América Latina, Estados Unidos, Líbano, Irak y a las recientes protestas en Cuba, ¡que falta hace una conducta revolucionaria e internacionalista como la del Che!
Por el contrario, lo que campea son dirigentes y organizaciones políticas y guerrilleras adaptadas completamente al establecimiento capitalista y a la democracia burguesa. Preocupados solo por llegar al parlamento, a los gobiernos locales y a los gobiernos nacionales vìa electoral. Para ello utilizan la energía, la indignación, los deseos de cambio de los trabajadores y de la juventud rebelde. Tal como se dio en Colombia con el reciente levantamiento juvenil y popular iniciado el 28 abril que fue encauzado hacia la campaña electoral, objetivo supremo de los dirigentes sindicales y políticos, tanto del CNP como de la llamada Primera Línea o la ANP.[4] O, en Chile, donde desviaron la rebelión juvenil y popular contra el gobierno de Piñera al pantano electoral de una Asamblea Constitucional para impedir que el proceso avanzara y tumbara al presidente. Asamblea imposibilitada para cuestionar al parlamento y al gobierno, por el pacto que firmaron la casi totalidad de los dirigentes llamados de izquierda, (Partido Comunista, Partido Socialista, Frente Amplio, etc.) que se está convirtiendo en un callejón sin salida.
En consecuencia, las lecciones que nos deja el comportamiento político del Che y de la generación que quiso hacer la revolución socialista latinoamericana, frustrada por su método guerrillero, al igual que las experiencias de los estallidos sociales recientes, es la necesidad imperiosa de construir una organización obrera revolucionaria, democrática, internacionalista y antiimperialista.
Un partido obrero que eduque con la practica política, en que no es posible modificar con reformas al sistema capitalista – imperialista. Que confié en la capacidad transformadora de la lucha masiva y no en los mecanismos e instituciones de la democracia burguesa como la ONU, o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y demás, las elecciones y los parlamentos burgueses.
Aunque reivindicamos el antimperialismo y el internacionalismo revolucionario del Che, al igual que su entrega total a la lucha de los explotados y oprimidos, es necesario superar sus limitaciones y contradicciones. Su método guerrillero de lucha aislado de las masas, su menosprecio hacia la clase obrera como sujeto social de la revolución socialista y su negativa a construir un partido obrero revolucionario.
Actualmente, la realidad plantea el reto de construir una organización que se proponga hacer la revolución socialista liderada por los trabajadores para que mediante un régimen de democracia obrera organice la economía en beneficio de la mayoría de la población. Un estado socialista que sirva como palanca para impulsar la liberación nacional y la revolución social en América Latina que conquiste nuestra Segunda Independencia y avance en la construcción de una Federación de Repúblicas Socialistas en la región, en un proceso permanente hasta la derrota del imperialismo.
[1] Artículo publicado en La Verdad, 23/10/67, periódico del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) de Argentina, al poco tiempo del asesinato del Che.
[1] Idem.
[2] Idem.
[3] Idem.
[4] Comando Nacional de Paro, CNP. Asamblea Nacional Popular, ANP