El pasado 18 de abril,  Alina López Hernández, profesora intelectual cubana, fue detenida, golpeada y sometida a tortura (método de “carro horno”), por cuenta de la policía y de los organismos de seguridad de la provincia de Matanzas, en Cuba. La despótica actuación de los organismos de represión tuvo el objetivo de impedirle viajar a la Habana y sofocar con violencia su intento de trasladar a la capital la denuncia que, cada mes hace en su ciudad natal contra la represión gubernamental. Esto sucede en un país cuyos gobernantes –en forma parecida a Ortega y Maduro- se autodefinen como “revolucionarios” y “comunistas”.

Luego, esos organismos policiales se han dedicado a difundir videos pretendiendo defender “la actuación transparente y ética de nuestras fuerzas del orden” y calumniar a Alina López acusándola de querer «figurar; victimizarse; hacer ataques a las instituciones y socavar la confianza pública, etc.«. Y de ser una «fracasada«.

Cruel paradoja, pues quienes la acusan de “fracaso” son los policías y miembros de inteligencia defensores de los gobernantes responsables de un absoluto fracaso: ¡haber destruido los logros de la grandiosa revolución de 1959! ¡Y ser los agentes de la restauración del capitalismo en Cuba!

Lo único que no hacen ni harán nunca estos organismos ni sus jefes del partido único, será responder ¡por qué a los golpes impidieron que Alina viajara a la Habana!

Alina López es una valiente crítica, de oposición democrática al régimen cubano. Este nuevo episodio represivo muestra el incremento de la persecución y la represión contra todos los opositores y cualquier protesta de la población. El hostigamiento y represión en su contra, hace parte de la misma política de juicio y cárcel a jóvenes y trabajadores, como única respuesta a las protestas del 11 de julio de 2021 y las posteriores.

Así actúa el despótico régimen de partido único imperante en Cuba, para defender los privilegios de sus gobernantes.

La oposición de muchos intelectuales y académicos como  la profesora Alina interpreta, desde diferentes ángulos, el malestar con la ausencia de libertades democráticas, que el poder usa para ocultar el drama social y familiar que vive la mayoría de la población por el desastre económico en que está sumida la isla. La mayoría de la población día a día  vive  en una angustiosa miseria con escasez de alimentos básicos, creciente inflación, apagones y una creciente huida de cubanos, sobre todo jóvenes. Y esto mientras los funcionarios del gobierno, los miembros de la cúpula militar y del partido único, usan como excusa única el condenable bloqueo yanqui, para esconder su fracaso. Y además, ocultar que viven en un mar de privilegios gracias a la gestión de la penetración de capitales extranjeros y del saqueo del país y la explotación de sus trabajadores. Ese es el verdadero objetivo de la política represiva y autoritaria del Partido Comunista cubano y su supuesto “comunismo”. Todos sus actos de opresión y atropello a las libertades democráticas, brindan excelentes armas al imperialismo y la reacción cubana, para atacar al país y seguir desprestigiando la causa de los trabajadores y el socialismo.

Por todo ello, rechazamos la represión ejercida por los gobernantes de Cuba contra Alina López y demás opositores y, nos solidarizamos con ellos. Este nuevo  episodio coloca a las organizaciones que se reclaman defensoras de las libertades democráticas, a los organismos de trabajadores y a la juventud en América Latina y otras latitudes, ante el reto de romper el silencio que imponen los defensores del  gobierno cubano y pronunciarse reclamando el cese de la represión y la criminalización de la opinión política, así como el pleno derecho de expresión, organización y movilización de la población y la oposición de democrática o de izquierda en ese país.  

Desde Opción Marxista Internacional, nos sumamos a la denuncia que hace   Alina López y, más allá de las diferencias, nos solidarizamos con su causa. Por ello reproducimos apartes del testimonio que publicó y nos hizo llegar:

“(…) viajaba hacia La Habana con dos propósitos: coordinar un turno médico para un familiar y hacer la protesta pacífica del 18 en el Parque Central…Un segundo “carro fue el que pararon, Ahí sí nos pidieron el carnet de identidad a todos…trataban de impedir que saliera de Matanzas, algo que no se justifica legalmente pues yo no tengo restricción de movimiento … actualmente soy libre de viajar a cualquier lugar de Cuba…Pedí que mostraran una orden de detención, o que me comunicaran oralmente la razón por la que me impedían continuar el viaje. Su respuesta fue que…ellos cumplían órdenes…Lo siguiente fue un acto brutal para obligarme por la fuerza a montar en el carro. Y sobre esto voy a ser muy clara, sin importar las consecuencias: soy una persona educada, pacífica y dada al diálogo, también respetuosa de la ley, pero JAMÁS, NUNCA, EN NINGUNA CIRCUNSTANCIA en que sea agredida físicamente voy a dejar de defenderme… las oficiales me empujaron, me golpearon en la cabeza y los brazos para lograr meterme en el carro, incluso, una de ellas … aprovechó cuando habían logrado meterme en el carro y estaba inmovilizada para darme una bofetada…Respondí a cada golpe en la medida en que pude, que creo fue una gran medida, no obstante ellas eran tres. Tengo moretones evidentes y el hombro derecho en muy malas condiciones porque dos de las agentes me torcieron el brazo hacia atrás con toda su fuerza cuando me tenían acostada e inmovilizada en el asiento trasero. Su propósito: arrebatarme la cartera para sustraer el teléfono que llevaba…Una vez en la estación…demoraron cinco horas para llamarme a conversar con el instructor penal de Operaciones de Seguridad del Estado. Se presentó como un profesional del Derecho pues dice ser graduado de esa carrera. Sonriente, y en apariencia cordial, su primera pregunta fue lo más cínico que he escuchado: Alina ¿cómo se siente? Imaginen mi respuesta…

…La conversación fue larga…Desde el principio le hice dos preguntas cruciales: ¿tengo restricción de movimientos? ¿Es prohibido manifestarse pacíficamente en Cuba? A ambas respondió rápidamente que no. Faltaría más, usted puede moverse adonde desee y puede manifestarse. Y había que verle la cara, los gestos, cuando afirmaba aquello… Fui muy enfática al decir que considero anticonstitucionales las acciones de profilaxis preventiva sustentadas en el acuerdo 9151 del Consejo de Ministros…Su respuesta fue que el referido acuerdo del Consejo de Ministros ¡puede supeditar a la Constitución cuando sea necesario! (Esto sobrepasa a José Luis Toledo Santander y su famosa y honesta afirmación de que la Constitución no puede establecerle directrices al Partido). A confesión de partes relevo de pruebas…Le comuniqué al instructor con total transparencia que el mes próximo iré a La Habana el 18, si intentan impedirlo del mismo modo que ayer, actuaré del mismo modo. Si algo me ocurriera, culpo desde ahora a Contrainteligencia, a la Policía Nacional y al Estado cubano. Yo soy libre y no me iré de Cuba como constantemente sugieren, pero ejerceré mis derechos pese a todas las arbitrariedades y violencia.”

“…En horas de la tarde me dirigí a la consulta del cuerpo de guardia de ortopedia en el hospital provincial Faustino Pérez. Tras el reconocimiento médico y las radiografías me diagnosticaron una luxación humeral derecha (esguince del hombro derecho) que me inmovilizaron con cabestrillo y una sub-luxación en el pulgar de la mano izquierda, el cual me inmovilizaron con yeso por 21 días. 

Me extendieron un certificado médico por 30 días…Todo ello resultado de la brutalidad policial que en el día de ayer se ejerció sobre mí.”

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