OMI – 18 de Mayo de 2021
Mientras el CNP pide garantías para el desarrollo de la protesta nacional, la respuesta de Duque en la primera reunión del Diálogo, fue “la brutal violencia policial…en Yumbo con, hasta ahora, dos asesinatos, 38 heridos y 18 desparecidos”. Cuando estaban reunidos, “el presidente anunció el despliegue de la máxima capacidad de la fuerza pública para desbloquear el país…”. Algunos directivos sindicales dicen que de esta manera el gobierno “le declara la guerra al pueblo colombiano”. Lamentablemente no sacan la conclusión de que el diálogo del gobierno nacional y los locales, es en gran medida, un distractor para ganar tiempo y retomar la iniciativa.
¡ALTO A LA SALVAJE REPRESIÓN EN YUMBO Y OTRAS ZONAS DEL PAÍS!
Tal como ahora exige el CNP, hasta tanto Duque y los alcaldes no retiren al ESMAD y el ejército de las calles y Duque retire su orden de levantar los bloqueos a sangre y fuego, como lo hizo en Yumbo, no se puede siquiera hablar de mesas de negociación. Se debe exigir como un inamovible la libertad de los presos políticos, aparición con vida de los desaparecidos y el juicio y castigo a los culpables por parte de tribunales constituidos por las víctimas. Rechazar el fuero militar, exigir la disolución del ESMAD y la democratización completa de las fuerzas militares, para que tengan derecho a sindicalizarse y que la tropa elija o revoque a sus mandos.
¡EL LEVANTAMIENTO POPULAR AVANZA!
Las violaciones, los asesinatos y la brutal represión por parte de la policía, el ESMAD y los paramilitares en Popayán, Cali y Buga y otras ciudades, fue rechazado en forma contundente. Eso evidencian las inmensas concentraciones y movilizaciones de los días 14 y 15 de mayo en Ibagué y Popayán, así como la gigantesca concentración en Los Héroes, al norte de Bogotá que mostraron la fuerza y contundencia de la indignación. Es la decisión de la juventud y la población de seguir adelante con el levantamiento juvenil y popular y no soportar más abusos de la policía, del ejército y de este régimen de terror, entrenado, armado y financiado por los gringos.
A los asesinatos, heridos, desapariciones del actual estallido social, se suman la profunda indignación acumulada por años con las ejecuciones de jóvenes por parte del ejército o “falsos positivos”; los miles de asesinatos de líderes sociales, las masacres a trabajadores y campesinos; los bombardeos perpetrados por el ejército a campesinos pobres, y los asesinatos a dirigentes sindicales y excombatientes de las FARC post “Acuerdo de Paz”. El levantamiento juvenil popular sigue adelante diciendo ¡BASTA YA! al régimen y a la ultraderecha uribista.
La movilización multitudinaria en las calles, con jornadas como las del 28A, 1º, 5, 12 y 15 de mayo, muestran la efectividad de la protesta masiva para combatir la violencia estatal y paramilitar. Los actos aislados de los procesos de masas, sólo brindan oportunidad a la represión e involuntariamente, se vuelven en contra de la lucha juvenil y popular.
Aunque se han logrado importantes triunfos, siguen pendientes muchas reivindicaciones. Para doblar el brazo al gobierno y a los empresarios y conquistarlas, la realidad exige de los dirigentes sindicales y estudiantiles proceder con la mayor decisión y siempre llevando la iniciativa. Es urgente dar continuidad a las jornadas de movilización con un Plan de Lucha unificado nacionalmente, no con “directrices” diarias y la actual improvisación. Tampoco, limitarse a “resistir”, a aguantar. Es un error trazar políticas sólo para estar a la defensiva, cuando franjas enormes de la juventud y la población se encuentran sin miedo y con arrojo tomando calles, plazas y ciudades por miles. Alentarlos sólo a aguantar en sitios blanco fácil de la represión, equivale a abrir campo a la derrota. Igualmente, es erróneo limitar el papel de los trabajadores y maestros a delegar la responsabilidad de dirigir el proceso en “los chicos” y darles solo solidaridad, apoyo moral, dinero y alimentos, sin comprometerse a fondo a entrar activamente en el proceso y aportar la dirección firme que se requiere.
Por otra parte, el proceso necesita organización por la base. Urge conformar Comités amplios en barrios y sitios de trabajo. Que discutan y planifiquen cómo fortalecer y profundizar la movilización con fechas y acciones precisas. En asambleas con los habitantes y trabajadores de base elegir democráticamente sus representantes o coordinadores, subordinados a las decisiones de la mayorìa.
UNA PROTESTA NACIONAL SINGULAR
A pesar de que no se lo vea a simple vista, Duque, el uribismo, la oligarquía corrupta y su régimen político están acorralados. Como hemos afirmado antes, la realidad ha metido en una crisis al gobierno y a su régimen autoritario. Ni asesinando ni reprimiendo brutalmente a los jóvenes han logrado contener las masivas marchas y la protesta generalizada. El gobierno, aliado estratégico de Estados Unidos en la región, está en serios problemas. No gobierna el país de la manera en que acostumbraba.
Por eso, el régimen como fiera herida, asesina y reprime a sangre y fuego. No por casualidad Gaviria, director del Partido Liberal (en nada sospechoso de estar realmente con el pueblo), muy alarmado, le señala a Duque que “es un error pretender controlar una protesta con medios violentos”. Como vocero de un importante partido de la oligarquía, está preocupado “con la de la pérdida de la estabilidad política y de la gobernabilidad del país”, alertando sobre lo que de fondo está en juego tras casi un mes del inédito estallido juvenil y popular en el país. Sirve para apreciar que no se trata de una protesta o un enfrentamiento estudiantil o juvenil usual.
PARA AVANZAR SE NECESITA PROFUNDIZAR Y EXTENDER EL PROCESO
La realidad de la represión y del momento exige que las centrales sindicales (CUT, FECODE, CTC, CGT) y el CNP que las agrupa, organicen democráticamente a las bases obreras para que se vinculen y lideren el proceso en curso con un paro de la producción. Así sea parcial o por algunas horas como hemos venido proponiendo. No se trata que algunos dirigentes y activistas sindicales apoyen a los jóvenes para que resistan en los “puntos movilizados” en Cali, o sólo participen en las marchas en las diferentes ciudades; eso es importante, pero insuficiente.
Se trata de que los trabajadores y maestros entren a fortalecer el levantamiento juvenil y popular y para ello se requiere que las direcciones sindicales los convoquen a organizarse democráticamente por la base para preparar una huelga general. Algo que Petro dijo, aunque desde orillas diferentes a la nuestra: “Si se piensa en el cese de actividades, la Huelga General, se expondrán menos a la población a las balas”(1). La decisión del cese de labores, desechando las tareas a cuenta gotas, inclinaría aún más la balanza a favor de la juventud pobre y el pueblo trabajador. Obligaría a Duque y a los ricos que representa, a retroceder en su paquetazo y su plan macabro contra los de abajo. Las marchas de éste 19 de mayo deben tener continuidad con un Plan de Acción de lucha claro y preciso que prepare esa Huelga.
¡Hoy es posible derrotar a la ultraderecha uribista y el paquetazo de Duque, FMI-OCDE!
- Renta básica de un salario mínimo para los desempleados e informales.
- Comedores gratuitos en los barrios populares, a cargo del Estado
- Plan de obras públicas de emergencia para generar empleo para los jóvenes y demás sectores
- Ingreso libre a la universidad y gratuidad plena (matricula 0) para los más pobres
- Que los grandes empresarios tanto nacionales como extranjeros tributen para tapar el hueco fiscal
- Retiro del proyecto de reforma a la salud (010)
- Derogatoria de la contrarreforma laboral (decreto 1174)
- Pruebas y vacunación masiva, dotación de UCIS suficientes para evitar más muertes por covid19 y contratación formal de personal de salud suficiente y con salarios justos.
(1) En Facebook, video – mayo 5, 2021.