
Irene Idris – Actualizado
En la actualidad, Gaza, en primer lugar, y Cisjordania, en segundo lugar, son los lugares más violentos del mundo, particularmente para las mujeres quienes son las principales víctimas de la limpieza étnica israelí. Por esta razón, aprovechamos la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora para destacar su papel en la resistencia a la colonización israelí.
Mujeres que han demostrado su tenacidad y coraje para continuar con sus labores, como profesoras, médicas, enfermeras, amas de casa, periodistas, entre los múltiples oficios que desempeñan en medio de la muerte, la hambruna, la falta de productos higiénicos, el hacinamiento en los campamentos de refugiados, el constante desplazamiento de un lugar a otro en busca de un lugar seguro donde refugiarse, que no existe; entre las múltiples penurias producidas por el genocidio y la limpieza étnica que adelanta el sionismo como “solución final”, para apoderarse por completo del territorio palestino. O las niñas que se desplazan hacia la escuela enfrentando el temor a perder sus vidas.
Todas ellas, diariamente, desafían la violencia de las fuerzas de ocupación israelíes, sin rendirse ni doblegarse ante sus infames ataques.
La indeclinable determinación de las palestinas de liberar su territorio, se refleja en las palabras de Jamalat Wadi, una mujer de la Franja de Gaza: «Viviremos y moriremos en nuestra tierra» «Mientras quede una sola gota de sangre en nuestros hijos, no saldremos de Gaza, y no renunciaremos a ella». «Estoy esperando reconstruir nuestra casa para poder volver a vivir en ella, y ni Trump ni nadie nos importa», dijo esta gazatí a la BBC. (Redacción BBC News)
Como reconocimiento a el papel esencial que cumplen las palestinas en la resistencia a esta ofensiva brutal, presentamos dos poemas de la prestigiosa poeta Fadwa Tuqan, quien es considerada una de las figuras más destacadas entre los poetas de la resistencia y conocida como la madre de la poesía palestina.
Fadwa Tuqan unió su rebeldía contra la opresión de la mujer con el combate anticolonial. Reconoció que, mas allá de la discriminación que sufren las mujeres en la sociedad, existía la terrible realidad de vivir bajo la violenta ocupación sionista, que despojaba al pueblo palestino de su territorio y de todos sus derechos humanos.
Al igual que otras mujeres palestinas, entendió que la búsqueda de la emancipación femenina estaba intrínsecamente relacionada con la lucha por la soberanía nacional de Palestina y contra las potencias imperialistas que han apoyado financiera y políticamente a la entidad nazi sionista, desde que la ONU aprobó su creación en 1947.
Sus poemas reflejan la lucha histórica y la inquebrantable determinación del pueblo palestino por liberar su territorio de la ocupación colonial de Israel.


