Noviembre 22 de 2023
El mundo asiste al genocidio de la población de Gaza por parte de Israel, el enclave colonial instalado allí hace años por el sionismo, que con métodos nazis de guerra civil y de limpieza étnica, arrasa a toda la población. Este ataque bárbaro es justificado y apoyado política, financiera y militarmente por EEUU, así como por los gobiernos de la Unión Europea y la mayoría de los gobiernos del mundo, que hablan de “democracia” mientras se asesina masivamente a los gazatíes.
Presenciamos una enorme tragedia para la humanidad. Principalmente para los habitantes de Gaza, que no tienen refugio seguro. Los aviones de combate israelíes bombardean todos los días los campos de refugiados, escuelas, hospitales, barrios “Tan solo en la primera semana de su implacable ataque, arrojó más de 6.000 bombas sobre la Franja, casi tantas como las que Estados Unidos utilizó en Afganistán en un año completo” (Al Jazeera). Invaden por tierra con tanques y tropas, atacando casa por casa, desalojando a la fuerza a los heridos de los hospitales para echarlos a la calle a una muerte segura. Al momento de escribir estas notas, la cifra de palestinos asesinados supera los 13.300, de ellos más de 5.500 niños, mientras cerca de 3.600 personas están desaparecidas, atrapadas o muertas bajo los escombros; los heridos pasan de 12.000 y la población desplazada se acerca a 1.5 millones. Cientos de bebés prematuros tuvieron que ser evacuados a Egipto, tras la destrucción del hospital Al Shifa. Y, la cifra de víctimas aumenta a diario. También, atacan y matan en Cisjordania y Líbano. Sobre esta tragedia, la montaña de cadáveres y en medio de la inacción de los gobiernos árabes, EEUU, las potencias, gobiernos árabes y Hamas, en secreto, pactaron un acuerdo con el gobierno sionista, intercambiando presos y una miserable pausa de 4 días en la masacre sionista contra el pueblo palestino.
Solidaridad incondicional con la causa palestina
El pueblo palestino solo cuenta con el apoyo de los trabajadores, de los oprimidos y de los sectores de izquierda y democráticos que en solidaridad con su causa se han volcado por miles a la lucha en el mundo, buscando detener esta barbarie israelí y de los imperialismos que la sostienen y financian.
Por eso, es decisiva la preparación por la base y la participación masiva en la marcha del 29 de noviembre, para exigir el fin del genocidio y expresar la solidaridad con la causa del pueblo palestino. Es imperativo que la población, las centrales obreras y los sindicatos pidan al gobierno que siga el ejemplo de Bolivia y rompa relaciones diplomáticas con Israel.
