Por: Nath H. 6 de Febrero de 2023
La Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) anunció una huelga nacional para el próximo 9 de febrero contra la presidenta Dina Boluarte y el actual Congreso. Lo anterior es muy positivo, pues la dirección de la CGTP ha manifestado que la clase trabajadora esta por profundizar sus formas de lucha, en este caso hacer una huelga. Ya habían hecho una convocatoria similar para el 19 de enero, aunque, al finalizar el día la protagonista no fue la huelga, sino la movilización en las calles, quedando registrado ese día como «Gran Paro Nacional».
La huelga nacional (hasta este momento) está programada sólo para ese día. La unidad y organización alrededor de la convocatoria de huelga es necesaria, no como un hecho más del día, sino como un acontecimiento que ponga a temblar a la burguesía nacional, golpeándole donde más le duele, el bolsillo, pues los trabajadores cesarían sus labores y se paralizaría la producción. Los bloqueos que han venido realizando los manifestantes están teniendo efectos que pueden ser contraproducentes para la lucha. Ya se siente la escasez de gas doméstico y otros productos, el traslado de enfermos se vuelve imposible, etc. De ahí que las formas de lucha y organización de la clase obrera, aportarían un nuevo aire a las protestas.
La presidenta ha pedido una tregua mientras sigue dando la orden de reprimir. Sus palabras no son importantes para los manifestantes, el llamado a realizar una tregua para dialogar fue ignorado. Las masas quieren continuar movilizándose hasta echar a Boluarte, siguen dando la pelea. La burguesía nacional presiona para que el congreso resuelva con rapidez el problema y pide a la policía y fiscalía que repriman las movilizaciones con mayor eficacia. La iglesia ha entrado para cumplir con su papel contrarrevolucionario. Así pues, aún no está determinado el resultado para ninguno de los bandos, están en equilibrio, se necesita un movimiento contundente por parte de las masas para tomar la delantera.