Hombre camina frente a tiendas cerradas en la ciudad Cisjordania de Hebrón, el 3 de enero de 2024.

10 de enero – 2024

La resistencia palestina a la masacre en la Franja de Gaza y los ataques sionistas en Cisjordania o Líbano, se hace presente con acciones de masas. Así, el pasado 3 de enero se realizó una huelga general en la Cisjordania ocupada. Se realizó en protesta por el asesinato de siete miembros de Hamás, incluido el jefe adjunto de su oficina política, Saleh al-Arouri, en un ataque israelí con Drones en Beirut, Líbano. Los convocantes a la huelga condenaron el ataque, que calificaron de «cobarde y traicionero contra territorio árabe en una capital árabe«, y pidieron una respuesta contundente de los países árabes.Según medios de prensa, “los convocantes pidieron a la gente que se quedara en casa el miércoles y sólo salieran para marchar en manifestaciones. La huelga afectó todas las ciudades de la Cisjordania” … “provocó el cierre de comercios, mercados, escuelas, universidades, bancos y oficinas públicas y privadasy hubo movilizaciones en lugares como la ciudad de Ramala, capital de facto de la Autoridad Nacional Palestina, después de que las facciones palestinas -entre otras Hamás y el partido oficialista Fatah- llamaran…a un paro general por la muerte de Al Arouri…” (3 enero EFE). “En Hebrónlos manifestantes llenaron las calles, ondeando banderas y cantando contra el ataque del martes por la noche. (Xinhua español 3 de enero de 2024).

La huelga fue convocada por todos los partidos políticos y otros movimientos sociales palestinos, incluidos Hamas y la Yihad Islámica Palestina. Al parecer la guerra contra la Franja de Gaza ha logrado amalgamar a todas las formaciones, ideologías y credos religiosos de Palestina, ya sean laicos de Fatah o islamistas de Hamas, antes divididos.

La ofensiva militar de la Entidad sionista ha motivado un llamado muy amplio a la acción: “Esperamos que todo el mundo se una a la huelga, que se produce en el contexto de un amplio movimiento internacional que se opone al genocidio abierto en Gaza, la limpieza étnica y los asentamientos coloniales en Cisjordania”, expresó un comunicado de las Fuerzas Nacionales e Islámicas, entidad convocante.

Esta huelga, al igual que anteriores, muestra el protagonismo de la población palestina en la resistencia al genocidio israelí y se produce en simultánea con la resistencia heroica y digna de los habitantes de la Franja.

Mujer camina frente a tiendas cerradas, en la ciudad cisjordana de Naplusa

La huelga del 3 de enero tal vez no sea la última pues ha tenido antecedentes. Ya en noviembre y también el 12 de diciembre, hubo acciones similares: “Las calles de ciudades de Cisjordania, como Ramala, Nablús, Yenín o Hebrón, donde los atascos de tráfico son infernales, quedaron vacías, mucho más que un viernes –día festivo– excepto en el centro, donde hubo manifestaciones. Al mediodía [se] pudo observar barricadas con contenedores incendiados a la salida de Ramala, lo que hacía presagiar que al llegar la noche y la madrugada el ambiente podría ser caliente en algunas zonas, pese a la llegada del frío del invierno” y la paralización incluyó a “Jerusalén Este, el sector árabe de la ciudad, donde prácticamente todas las actividades se paralizaron a consecuencia de la huelga…”. según el diario La Vanguardia.

Y de acuerdo al mismo reporte, en aquella ocasión la paralización de las actividades no solo se desarrolló en los territorios ocupados, sino que “también tuvo gran seguimiento en otros países árabes donde viven refugiados palestinos, como Líbano y Jordania, donde los comerciantes de Beirut y Ammán también se solidarizaron con Palestina para frenar la masacre…

En medio del salvaje ataque militar de Israel, obviamente estas huelgas de los trabajadores y las masas palestinas, reciben muy poca o menor atención de los medios de comunicación y el activismo, centrados en reseñar los bombardeos y los hechos más impactantes.

No obstante, la huelga y las movilizaciones en los territorios palestinos reviste una importancia mayúscula. Amplía el espectro de las acciones de resistencia al genocidio y al ocupante israelí. Estas y similares huelgas con movilizaciones y manifestaciones masivas de la población palestina en Cisjordania, Jerusalén Este y en los campamentos de refugiados de los países limítrofes, requieren ser divulgadas y apoyadas internacionalmente y, por supuesto, son acompañadas por los importantes sectores de la población que sigue volcada a las calles en varios países del mundo, denunciando la matanza étnica perpetrada por Israel y en apoyo solidario a la causa del pueblo palestino.

Foto de cierre por Huelga

La causa palestina necesita urgentemente la continuidad del apoyo de masas, de la resistencia y la extensión del conflicto al conjunto de los pueblos del mundo árabe y musulmán. Esa sería la mejor respuesta a la “preocupación” contra la extensión del conflicto, que inquieta tanto a EEUU como las demás potencias y gobiernos cómplices del ataque israelí muy interesados en que la guerra israelí siga contando con el inmovilismo actual de los gobiernos de la región.

Desde las organizaciones obreras, juveniles, populares y políticas de los trabajadores, es una actividad prioritaria, llamar y organizar la movilización en apoyo a estas huelgas del pueblo palestino y para extender las movilizaciones que se vienen desarrollando junto a la población en diferentes latitudes, en el marco de la resistencia internacional al genocidio y a la ocupación.

De allí que sea fundamental que las organizaciones palestinas, democráticas y de izquierda en el país y en todo el mundo extiendan las protestas callejeras, las manifestaciones y las acciones de aislamiento o bloqueo a Israel, así como el que se lograra acordar una agenda centralizada y coordinada, de las movilizaciones y protestas a nivel internacional, para fortalecer la resistencia mundial a la avanzada nazi del sionismo israelí.

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