Masivas movilizaciones en Francia.

OPCIÓN MARXISTA INTERNACIONAL Y  DEMOCRACIA DIRECTA

29 de Abril de 2023


Una vez menguada la pandemia del Covid 19, el putrefacto sistema capitalista no logra “alzar cabeza” a pesar de que sus diferentes gobiernos (sean de derecha o de izquierda) carguen sobre los hombros de los trabajadores del mundo sus paquetazos económicos que se traducen en mayor miseria para las clases trabajadoras y los pueblos del mundo.

El difícil momento que significó la pandemia para los trabajadores con su crisis de salud, social y económica descargadas sobre los más pobres por los capitalistas, se agudizó de forma sustantiva con otro desastre mayúsculo para la humanidad, la guerra de rapiña entre los imperialismos EEUU-OTAN y Rusia, que desgarra Ucrania, como escenario militar de las serias disputas por el reparto y el dominio del mundo.

Armamentismo en la guerra de rapiña de Ucrania. FOTO: SERGEY PIVOVAROV (REUTERS)

Esta no es nuestra guerra. Sólo ha traído calamidades y destrucción para los de abajo y más ganancias para los poderosos del mundo. Es una tremenda confusión pensar que los trabajadores deben colocarse del lado de alguno de los bandos enfrentados. La tarea de la clase trabajadora es voltear sus armas contra los imperialismos que los utilizan como carne de cañón en su guerra de rapiña, por intereses ajenos a quienes mueren en los campos de batalla.

A medida que se profundiza ese enfrentamiento entre las potencias mundiales, con la guerra como su expresión militar, se recrudece el hambre, la miseria, la muerte, el desplazamiento, la violencia y con ello, la destrucción de las dos fuerzas productivas fundamentales de la sociedad: la clase trabajadora y la naturaleza. Igualmente, avanzan las fuerzas destructivas con el incremento del militarismo, el armamentismo y la ya no remota posibilidad de un holocausto nuclear.

No obstante, tras varias oleadas de protestas, durante este 2023 también se vienen presentando heroicas luchas de resistencia, que han lanzado a la huelga y tienen en la calle a los trabajadores. El punto más alto de esta coyuntura de movilización es quizás Francia, con la lucha contra el gobierno de Emmanuel Macrón, quien autoritariamente ha impuesto una regresiva contrarreforma pensional a los trabajadores franceses. La burguesía imperialista de la “Liberté, Égalité, Fraternité” no ha dudado en responder con la más feroz represión contra la movilización que casi a diario viene realizando el heroico proletariado francés.

El otrora “estado de bienestar” de Europa, esa enorme conquista alcanzada por los trabajadores bajo el sistema capitalista, es para las nuevas generaciones un nostálgico relato de sus mayores, que ya no les cobijará a ellos. Las propias autoridades comunitarias prevén un crecimiento del PIB del 0,8% para la UE y del 0,9% para la zona euro en 2023. Predicción poco alentadora.

El ejemplo de Francia. La pancarta dice «Retiro antes de la artritis» contra el plan de pensiones que aumentará la edad de jubilación hasta los 64 años.(Photo by OLIVIER CHASSIGNOLE / AFP)

Con ocasión de esta nueva conmemoración del 1º de mayo, día internacional de lucha de la clase obrera, ésta muestra que no se arrodilla ni ante la guerra ni ante los planes hambreadores de los gobiernos capitalistas. Varias coyunturas de levantamientos e insurrecciones en lo corrido del nuevo milenio, visualizan nuevamente un “horizonte de puños levantados”. Esta vez con presencia del proletariado como uno de sus protagonistas centrales, marcando una perspectiva muy alentadora en la lucha contra la explotación y opresión del capital: ¡Francia señala el camino a la clase obrera mundial! Camino que las clases trabajadoras han empezado a recorrer con huelgas y movilizaciones en países como Irán, Inglaterra, España, Portugal, Alemania y el propio Estados Unidos con la huelga de las enfermeras contra las condiciones laborales, a la que se sumó la de 50.000 profesores universitarios en la Universidad de California y la amenaza de huelga en el decisivo sistema de ferrocarriles de transporte.

En América Latina, tras una serie de estallidos populares en Ecuador, Chile, Colombia, Cuba y Panamá, la lucha más importante y reciente la protagonizó el pueblo peruano con masivas movilizaciones de rechazo al gobierno que surgió del golpe parlamentario al presidente Pedro Castillo, asestado por la ultraderecha peruana aliada con algunos compañeros de viaje de Castillo, y los siempre presentes, hilos del imperialismo gringo. Así, estos políticos reaccionarios, capitalizaron el malestar existente, ante la política de conciliación con la patronal, las vacilaciones y las medidas anti obreras del gobierno del maestro rural.

Otro campanazo de alerta, por si faltaba alguno, de que los “avances” en la región, que algunos prometen con las reformas de la segunda oleada de gobiernos “progresistas”, para “humanizar” el sistema capitalista, tarde que temprano se estrellarán con la realidad. Por un lado, contra los límites impuestos por la crisis económica mundial. Por otro, con los tajantes límites que resultan de pactar esas reformas con los sectores burgueses “progresistas” con quienes decidieron gobernar. Además, de la nada despreciable resistencia que aún conservan las tradicionales fuerzas políticas de derecha y ultraderecha. Sectores burgueses que, más allá de diferencias menores, son todos apoyados por el imperialismo yanqui.  Por eso, las ilusiones en reformas que cambiarán la realidad de vida y trabajo, que fomentan con frases y discursos altisonantes, tienen muy poca posibilidad de cumplirse.

En consecuencia, si bien son reformas, son totalmente insuficientes. De lo contrario no podrían ser transadas con políticos tradicionales de la patronal, ni serían respaldadas por las instituciones financieras del imperialismo (FMI, OCDE, BID, BM, etc.).

La segunda oleada, realmente refleja, aunque de forma totalmente desfigurada, los potentes levantamientos y protestas obreras y populares en varios países de América Latina, que estuvieron en el trasfondo. El resultado electoral fue el canal tranquilo al que llevaron la justa protesta obrera y popular, en complicidad con las propias direcciones del movimiento social. Direcciones sindicales y políticas que se encargaron de convencer a los protestantes, que los cambios, el cese de la violencia y la “paz”, así como las soluciones a las necesidades obreras y populares, se alcanzan con las elecciones. Y que una política «inteligente» es hacerlo en un bloque político y coalición con los políticos del sector de los capitalistas que se proclama “anti neoliberal” y “demócrata”

La lucha en Perú contra el represivo gobierno de Dina Boluarte. Foto: REUTERS – STRINGER

Así, aunque las que han capitalizado el malestar reinante por medio de triunfos electorales, sean nuevas fuerzas políticas de “izquierda”, el sartén por el mango lo sigue teniendo el statu quo burgués. Y así su objetivo sea hacer algunos “cambios”, no planean que estos sean de fondo. Ya que eso les significaría afectar las ganancias de los grandes capitalistas y atacar las bases de este sistema que están empeñadas en defender. Por ello el prometido “cambio” al estar dentro de los marcos del forcejeo de opciones distintas, pero todas burguesas, no puede traducirse en bienestar para los trabajadores y los más pobres.  Cualquier nueva conquista importante sólo será resultado de que lucha y movilización social se desarrolle y se profundice.

Colombia está clasificada como uno de los países más desiguales de la región con 19.621.000 personas en la pobreza (40%) y 15% en la indigencia. Los pobres del país, no aguantamos más las terribles condiciones económicas y sociales que por décadas nos han impuesto los distintos gobiernos burgueses y miles de hombres y mujeres en todo el país, nos tomamos por semanas las calles de las más importantes ciudades, que ni la violenta y asesina represión de Iván Duque pudo conjurar. Es innegable que la victoria de Petro es reflejo del estallido social del 2021, pero indirecto y desfigurado por el proceso electoral y sus ganadores. No obstante el método de lucha del Estallido es más que vigente. La lucha de masas fue y es la única posibilidad seria y real de empezar a revertir esta situación de desigualdad social e injusticia histórica con los trabajadores y el pueblo.

Pero, aprovechando que hay sectores que creen y confían en que con tímidas reformas aprobadas en el parlamento, se pueden dar los cambios que la clase trabajadora necesita, Gustavo Petro llama a colocar las movilizaciones del 1º de mayo al servicio del apoyo a su gobierno y sus inocuas reformas.

Este gobierno vendió la ilusión de que era y sigue siendo posible construir un “capitalismo humano” de la mano y conciliando con un sector de los políticos burgueses del país (Roy, Dilian, Santos, Cecilia López, Prada, Ocampo, Leyva, etc.) y en sintonía plena con los intereses de los imperialismos, especialmente el estadounidense.

Violenta guerra de rapiña interimperialista en Ucrania.

Las conclusiones que podemos sacar por la reciente visita del presidente Petro al presidente Biden, corroboran la ausencia de una postura política independiente frente al amo del norte, que lo ha llevado incluso a un viraje de posición frente a la guerra en Ucrania. En enero de este año, la posición del presidente “del cambio” frente a la guerra era no condenar a Rusia por la invasión a Ucrania: “Yo no ayudaré a prolongar ninguna guerra” decía en ese entonces. Hoy, después de la visita “los presidentes Biden y Petro condenaron todas las formas de autoritarismo y agresión en el mundo, incluida la violación por parte de Rusia de la integridad territorial de Ucrania contraria al derecho internacional”, señaló la Casa Blanca en un comunicado de prensa. Este viraje del presidente no nos extraña. Él, continúa con la política de puertas abiertas al imperialismo yanquis bajo la falsa excusa de “proteger la Amazonía”. Mantiene a Colombia como aliado estratégico de las políticas imperialistas de “lucha contra las drogas” y al servicio de la política gringa de pasar por las urnas a Maduro y al chavismo, para conseguir su objetivo de liquidar del todo, la ya menguada independencia de Venezuela respecto de los intereses yanquis. En esa ruta, Petro se comprometió a ser el «guarda fronteras» de EEUU, para detener a los migrantes. 

Como luchadores, socialistas y revolucionarios, entendemos y respetamos las ilusiones que amplios sectores de trabajadores y la juventud tienen en el gobierno de Gustavo Petro basados en todas las promesas de campaña y que creen que es un auténtico representante de los de abajo. Comprendemos las aspiraciones y compartimos plenamente sus reclamos para buscar soluciones a la galopante carestía, a las urgentes necesidades de empleo, estabilidad laboral, de aumento o revisión salarial, vivienda, tierra en el campo, así como combatir la asfixiante discriminación y opresión de las minorías. Igualmente, en combatir la impunidad reinante y movilizarse contra los asesinatos a líderes sociales que siguen sin pausa alguna, a la par de la exigencia de castigo a los culpables, así como la plena libertad de todos los presos políticos, incluyendo los activistas de la llamada primera línea.

Ese panorama de promesas incumplidas y «cambios» pero solo de nombre, como con el ESMAD, ya desalienta a muchos jóvenes y trabajadores y hace que la popularidad del gobierno caiga en picada. Para nosotros, antes que otras cosas, el origen de las dificultades del gobierno radica en la nefasta política de pacto y conciliación, que aplicó al conformar una Coalición de gobierno con curtidos políticos representantes de los partidos tradicionales (Liberal, Conservador y de la U) a quienes nadie eligió y que están allí para garantizar el rumbo netamente patronal de sus políticas.

Este mandato por más que pose de progresista o izquierdista, no permite albergar alguna confianza pues a pesar de que la coalición de gobierno que armó acaba de fracasar estrepitosamente, Petro y sus defensores, en vez de sacar de una vez a todos los ministros burgueses del gobierno, siguen empeñado en seguir transando, conciliando y tratando de gobernar con otros políticos tradicionales, esta vez, de menor talla, que siguen allí en el gabinete. Todos, al igual que los salientes, defensores de este sistema y del régimen político autoritario imperante en el país. Por eso le entregaron a los políticos reaccionarios la cabeza de la ministra Carolina Corcho, como muestra de su voluntad de transar.

Así, las aspiraciones de alcanzar el anhelado cambio en las condiciones de vida, laborales y la salud del pueblo trabajador, se están estrellando contra el duro pavimento de un gobierno que hasta ayer se desvivió por gobernar en alianza con sectores puros y duros del establecimiento burgués, además de sumisos a las políticas de los de EEUU. Administración nacional que sólo se atrevió a sacar del gabinete a los principales ministros liberales y conservadores (Ocampo, López, Prada, Gaviria, etc.), cuando ellos, y no la derecha ni el uribismo, se convirtieron en los principales opositores a sus reformas, a pesar de su modesto alcance.

La fractura de la coalición gubernamental y los cambios de los ministros no significan una verdadera rectificación del rumbo conciliador con la burguesía, cuyo eje es su estrategia de desarrollar el capitalismo. Es decir, favorecer a quienes explotan el trabajo ajeno y se enriquecen con ello, muchos asociados a las trasnacionales extranjeras.

Por lo anterior, todo trabajador con conciencia debería rechazar el llamado del presidente Petro a convertir el 1º de mayo, de un día de lucha de la clase obrera internacional, en una jornada de respaldo a las políticas de su gobierno acordadas con los partidos tradicionales de la burguesía. Por más que se autonombre de izquierda, es un gobierno del establecimiento burgués. Por eso pacta con sus políticos y se esfuerza por integrarse totalmente al sistema.          

Reivindicaciones históricas del 1ro. de Mayo.

Se equivocan los dirigentes de las organizaciones de la clase trabajadora (CUT, FECODE, sindicatos, etc.) al cambiarle el carácter a la conmemoración del 1º de mayo. En vez de llamar, como sucede en Francia y otras latitudes, a la protesta y movilización para exigir soluciones a las graves penurias,  transformaron un día emblemático de la lucha de la clase trabajadora, en un evento de respaldo al gobierno actual, administrador de los negocios de los grandes capitalistas y de conciliación con los políticos de la clase enemiga del proletariado. Por si no bastara, con esa política han dividido a la clase trabajadora entre opositores de izquierda al gobierno y sectores gobiernistas. 

Como hicieron ante el Paro del 28 A, de nuevo renuncian a la lucha en defensa de los intereses de clase de sus afiliados y los asalariados en general. Para conducirlos con engaños, a marchar en apoyo a las políticas de un gobierno, cuya práctica es garantizar a los gringos y a todos los empresarios, que no se detenga la marcha de la explotación del trabajo ajeno: del desarrollo del capitalismo.

Esa realidad de un 1° de Mayo en 2023, puesto al servicio de intereses ajenos y contrarios a los de nuestra clase y su independencia política y además, en interés de de aceitar las campañas electorales y sindicales, impide la participación de quienes realmente quieran cambios importantes y de fondo, y de aquellos que no se conformen con retoques cosméticos a los aspectos más irritantes de ésta sociedad. Y, por supuesto, impide que nos sumemos a ella, quienes como revolucionarios luchamos con el objetivo de dar solución cabal a las penalidades y degradación del trabajador, es decir por dar un vuelco completo a esta sociedad.

Se impone la tarea a los luchadores honestos y conscientes, de re-organizar una lucha masiva y nacional de la clase trabajadora y sus aliados del pueblo pobre, para ir más allá de tímidas reformas. Las transformaciones de fondo SI son posibles de lograr. Si la clase obrera, desde sus organizaciones y en forma completamente independiente y democrática, se organiza para liderar la pelea para conquistar mejores condiciones de vida y trabajo, todo con el objetivo de postularse para dirigir los destinos del país, sin delegar esa tarea a los políticos profesionales de la burguesía o de la clase media, que seguirán entregando el país a los grandes empresarios y a la dominación y saqueo de las potencia imperialistas.

Estallido social 28A, Colombia 2021

¡POR UN 1 DE MAYO CON INDEPENDENCIA DE CLASE, AL SERVICIO DE LOS TRABAJADORES Y POBRES DEL PAÍS! Y¡NO EN APOYO POLÍTICO A ALGÚN GOBIERNO BURGUÉS, POR PROGRESISTA QUE SE RECLAME!

 

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