Manifestantes apoyando la huelga ferroviaria del Sindicato Ferroviario, Marítimo y de Transporte (RMT) frente a la oficina de Network Rail en Glasgow. Fotografía: Jeff J Mitchell/Getty Images Link

Septiembre 4 – 2022

Desde el pasado mayo hasta hoy, Reino Unido asiste a una inédita oleada de huelgas obreras, que involucra a miles. Oleada bautizada por la prensa británica como «el verano del descontento» en referencia a las protestas registradas hace cerca de cincuenta años (1970) y que fueron denominadas entonces como «el invierno del descontento«, proceso que fue duramente derrotado. Trágico resultado de la política colaboracionista de los dirigentes sindicales, relacionados con el Partido Laborista, que facilitó el triunfo de la feroz ofensiva del gobierno “neoliberal” de Margaret Thatcher, entonces Primera Ministra.

Esa situación de derrotas y retroceso es la que la clase obrera empieza a remontar. Por ello uno de los dirigentes de las huelgas en curso, afirmó: “la clase obrera está de vuelta…estamos de vuelta como movimiento, con energía…”[1], señalando que se trata de un proceso de lucha obrera que estuvo eclipsado por años en Reino Unido.

Según medios de prensa “En todas partes los trabajadores reclaman alzas de salarios correspondientes a la inflación, que llegó en julio al 10,1% en doce meses y podría superar el 13% en octubre, según las previsiones del Banco de Inglaterra”. Ante el creciente aumento de precios, los trabajadores se lanzan a la lucha pues ven imposible llegar a final de mes. “El poder adquisitivo se ve corroído a velocidad récord por las subidas de los precios, lo cual “demuestra la necesidad vital (…) de defender el valor de los sueldos”, afirma en un comunicado Sharon Graham, secretaria general de Unite, uno de los principales sindicatos del país”[2].

Las huelgas han abarcado distintos sectores: trabajadores del petróleo y gas en el Mar del Norte por aumento salarial, trabajadores de uno de los más importantes puertos marítimos, del Correo, ferroviarios, telecomunicaciones, recolectores de residuos, logística o aeronáuticos, mientras crece el malestar entre las trabajadoras de la salud del sector público.

Este multitudinario proceso de huelgas sucede en una de las más importantes potencias capitalistas e imperialistas del mundo y en medio de una importante crisis política interna, ante la renuncia del Primer Ministro Boris Johnson, obligada por la agudización de las disputas entre la clase dominante del país y sus partidos el Conservador (Tories) y el Laborista (socialdemócratas). Aun así, el Gobierno ha impuesto restricciones a los aumentos, intentado prohibir las huelgas -declarando diversos sectores como servicios esenciales- y habilitando y legalizando la contratación de personal para suplantar a los huelguistas.

Esta crisis interna se combina con la crisis internacional actual. Crisis que, tras el parón económico mundial que significó la Pandemia y el aumento de la miseria y privaciones para las masas trabajadoras, consecuencia del manejo capitalista dado a ella, se exacerbó con la guerra en Ucrania, como escenario de la violenta disputa entre las potencias más poderosas del mundo, que llegó al terreno militar. Crisis que se ha traducido en inflación desbordada, amenaza de hambruna, crisis alimentaria, millones de refugiados y deterioro general de las condiciones de vida y trabajo para la población y la clase obrera. 

Por ello, estas huelgas en Reino Unido están sucediendo en simultánea con huelgas y paros en Europa continental, aunque con desigualdades. En Bélgica, Alemania (Lufthansa y puertos del norte), Francia e Italia sectores de la clase obrera están saliendo a la huelga. Luchas obreras que, en los países centrales, replican los previos estallidos populares en algunos países dependientes (Colombia, Cuba, Kazajistán, Sri Lanka, Panamá o Ecuador).

Como expresión de nuestro apoyo y solidaridad, queremos divulgar este importante proceso de conflictos y por eso compartimos con nuestros lectores esta reseña de las huelgas obreras en ese país:

30 de agosto 

Miles de trabajadoras y trabajadores de las empresas de telecomunicaciones BT y Openreach comenzaron una huelga de 48 horas, por aumentos salariales. El Sindicato de Trabajadores de la Comunicación (CWU) dijo que más de 40.000 de sus miembros estarán en huelga.

El CWU dijo que sus miembros están en huelga contra el ofrecimiento de aumento salarial de 1.500 libras esterlinas hecho por BT Group. BT Group hizo una oferta que representa un aumento de alrededor del 5% en promedio, y del 8% para los oficios peor pagados. Sin embargo, a pesar de que la empresa argumenta que se trataría del aumento salarial más alto en más de 20 años, enfrenta la más alta inflación en varias décadas. «La razón de la huelga es simple: los trabajadores no aceptarán un deterioro masivo de sus niveles de vida«, dijo el secretario general de CWU, Dave Ward. Quien agregó: «En el contexto de los niveles de inflación del índice de precios minoristas que ya alcanzan el 11,7% este año, este es un recorte salarial dramático en términos reales«. Esta es la segunda vez que los trabajadores de BT se declaran en huelga este año.

Este sector en lucha, fue esencial durante la pandemia pues como dijo el dirigente “Somos los trabajadores que mantuvimos conectado al país durante la pandemia. Sin los miembros de CWU, no habría habido una revolución de trabajo a domicilio, y la infraestructura técnica vital puede haber funcionado mal o haberse roto cuando nuestro país más lo necesitaba». Y hoy sus salarios pierden ante la inflación.

Con información de Efe y BBC mundo.

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25 de agosto 

El Royal Mail (Correo Real) es un servicio emblemático en el Reino Unido. Sus trabajadores y trabajadoras votaron hace semanas comenzar una huelga si no existía una oferta de aumento salarial que supere la inflación. El Gobierno ha venido restringiendo los aumentos y ofreció no más del 2%, lo que fue rechazado por el sindicato que decidió ir a la huelga.

Son aproximadamente 115.000 trabajadores de la antigua empresa estatal de correos del Reino Unido, y se convertiría en una de las mayores huelgas de este verano hasta la fecha, según confirmó hoy el Sindicato de Trabajadores de la Comunicación sindicato (CWU). Señaló que sus miembros llevarán a cabo la medida de fuerza por «una subida salarial digna y apropiada» tras haber votado a favor del paro una mayoría del 97,6 % a principios de agosto. La huelga sería seguida de más paros el miércoles 31 de agosto, el jueves 8 de septiembre y el viernes 9 de septiembre.

El sindicato señaló que se había impuesto un incremento salarial del 2 % a los trabajadores pese a haber sido clasificados como trabajadores esenciales durante la pandemia del coronavirus. «En un clima económico en el que la inflación parece que subirá hasta un 18 % para enero de 2023, la imposición (de esta subida) llevará a una dramática reducción en los estándares de vida de los empleados», dijo un vocero sindical.

El secretario general del CWU, Dave Ward, señaló que la huelga de las y los trabajadores del correo tiene una gran simpatía y apoyo de parte de los pueblos, ciudades y comunidades, y que los trabajadores «no pueden seguir viviendo en un país donde los directivos se lucran con miles de millones mientras sus empleados se ven forzados a recurrir a bancos de comida«.

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22 de agosto 

Ese día comenzó una nueva huelga en el Reino Unido. Se trata de una de las más importantes por el lugar estratégico que ocupan sus trabajadores y la capacidad de paralizar parte del comercio y la logística. Se trata del puerto de Felixstowe en Suffolk, Inglaterra, por el que pasan cerca del 48% de todos los contenedores en Reino Unido. El puerto maneja unos 4 millones de contenedores de unos 2.000 buques al año, casi la mitad de toda la carga comercial que entra al país.

Son unos 1.900 trabajadores que están afiliados al sindicato Unite en la ciudad de Suffolk. Una huelga en un sector que no se veía desde 1989. Los portuarios son claves para la cadena de suministros de mercancías y commodities, lo que otorga a su huelga una importante fortaleza. De acuerdo con las últimas cifras oficiales, el índice de precios al consumo (IPC) del país se situó en julio en el 10,1 %, frente al 9,4 % del mes anterior, por lo que se sitúa en el nivel más alto en más de 40 años, mientras la empresa solo ha ofrecido un aumento de 8%, que fue rechazado por los trabajadores y el sindicato.

Sharon Graham, secretaria general del sindicato Unite, acusó a la compañía que administra el puerto y su empresa matriz, C.K Hutchison Holding Ltd, de priorizar las ganancias a expensas del bienestar de los trabajadores. “Pueden dar un salario decente a los trabajadores de Felixstowe. Es obvio que ambas compañías prefieren sus multimillonarias ganancias y dividendos por encima de dar una paga justa a sus empleados”, señaló. La acción en el puerto es la última de la oleada de huelgas que ya se desató hace semanas.

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18 de agosto

Más de 40.000 trabajadores ferroviarios del Reino Unido salieron de nuevo a la huelga para pedir mejoras salariales y en protesta por los recortes de empleos y cambios en las condiciones laborales. Por el paro se esperaba que solo el 20 % de los servicios estén operativos, pero algunas rutas del país no contarán con ningún servicio.

La huelga es secundada por miembros del sindicato RMT empleados en 14 compañías ferroviarias, los del sindicato TSSA empleados en siete compañías del sector y del Unite, sindicato que representa a diversos sectores, como transporte y construcción. Además de la jornada de los trabajadores ferroviarios los empleados del Metro de Londres irán al paro.

Luke Chester, portavoz del sindicato TSSA declaró hoy que «la realidad es que necesitamos resolver esta disputa sobre un aumento de sueldo que refleje el incremento del coste de vida que está afectando a la mayoría de la gente en este país«.

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9 de agosto

El sindicato Royal College of Nursing (RCN), que representa a alrededor de 465.000 enfermeras registradas, parteras y asistentes de atención médica en el Reino Unido, dijo que recomendará a sus miembros que apoyen la moción de huelga en la votación que comenzaría el 15 de septiembre y se extenderá durante cuatro semanas. El sindicato, que exige un aumento del 17 % para las enfermeras y parteras del sistema de salud británico, conocido como NHS, y calificó como una «vergüenza» la oferta que les hizo el Gobierno que va del 4 al 10 %. Lo que exige el sindicato es un cinco por ciento por sobre la tasa de inflación del índice de precios minoristas (11,8 % en junio), es decir un aumento total del 16,8 %.

Este sector de trabajadoras fue el que estuvo en la primera línea durante la pandemia, incluso arriesgando su vida y trabajando en condiciones precarias y hoy enfrenta una creciente inflación que está pulverizando sus salarios. De hecho, el sindicato denunció que si aceptan la oferta que les están haciendo el Gobierno equivaldría a un recorte salarial en términos reales, ya que sería menor a la inflación. Si las enfermeras van finalmente a la huelga será la primera en la historia del RCN en Inglaterra o Gales.

La secretaria general del sindicato, Pat Cullen, dijo: «La escasez de personal está poniendo en riesgo la seguridad de los pacientes y el hecho de que el gobierno no haya escuchado no nos ha dejado más remedio que abogar por la acción«, y agregó, «Una vida de servicio nunca debe significar una vida de pobreza. La negativa de los ministros a reconocer las habilidades y responsabilidad que requiere este trabajo está empujando a muchas personas a renunciar y dejar la profesión«.

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De otra parte, el sindicato Unison que tiene 1,3 millones de miembros, está organizando huelga de los recolectores de residuos en Escocia y planea huelgas del personal de escuelas y guarderías. A principios de agosto, unos 800 trabajadores de Amazon en Tilbury, Essex, al este de Londres, exigieron un aumento de sueldos de 2 libras, en respuesta a la oferta de la empresa, del multimillonario Jeff Bezos, de aumentar los salarios en apenas 35 peniques.

Como manifestación del descontento general, otros sectores de la población, afectada por los aumentos de las tarifas de servicios, lanzó una campaña para no pagar facturas de luz y gas con aumentos. Se calcula que el costo medio de la luz y el gas en el Reino Unido subiría un 250% en tan solo un año. La campaña «Don’t pay UK» llama a no pagar las facturas masivamente a partir del 1 de octubre.


[1] https://twitter.com/novaramedia/status/1560225422486503426?ref_src=twsrc%5Etfw

[2] https://www.infobae.com/america/mundo/2022/08/18/una-nueva-ola-de-huelgas-en-reino-unido-paraliza-los-transportes-reclaman-mayores-salarios-por-la-creciente-inflacion/

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